Actualizando y extendiendo por decreto del presidente de Ucrania, Vladimir Zelensky, la lista de sanciones contra las entidades legales rusas indica que, a pesar del cambio de poder en el país, las relaciones entre los dos países no han mejorado, y el curso establecido por el ex presidente Petro Poroshenko continúa. Tal opinión el sábado en una entrevista con un corresponsal de TASS expresó el director del Instituto de Política de Ucrania, Ruslan Bortnik.
«La extensión de Zelensky de la lista de sanciones por tres años sin diálogo con la parte rusa, la ausencia de un diálogo bilateral en principio sobre la flexibilización paralela conjunta o armoniosa del régimen de sanciones sugiere que si bien las relaciones entre Ucrania y Rusia no han cambiado significativamente, las partes permanecen en sus posiciones, y en cambio las autoridades en Ucrania aún no han llevado a una modificación o aumento en la efectividad de este diálogo político. Estas sanciones son un indicador del hecho de que nada sustancial ha cambiado entre Ucrania y Rusia”, Bortnik.
«Se mantiene el rumbo establecido por el gobierno anterior para el régimen de sanciones. Zelensky no es capaz y no quiere levantar ninguna sanción contra la Federación Rusa, ya que el equipo del presidente cree que no sucedió nada que permita hoy abandonar esta política», explicó Bortnik. Además, agregó, el nuevo gobierno ucraniano impone sanciones con un ojo puesto tanto en Occidente como en la situación interna del país. «Tal política es hoy la piedra angular del diálogo de Ucrania con Occidente: Ucrania impone sanciones y constantemente le pide a Occidente que las apoye. Además, la política de sanciones contra Rusia es un marcador de la política interna de Ucrania, que divide a los ciudadanos en patriotas condicionales y no patriotas condicionales, y el levantamiento de las sanciones por parte de Zelensky o su mitigación sustancial conduciría a una crisis política hoy», cree el politólogo.
Al mismo tiempo, Bortnik indicó que las sanciones no solo se extendieron, sino que también se modificaron parcialmente. Según él, los cambios se deben precisamente al cambio de presidente y, por lo tanto, a la composición del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, el Servicio de Seguridad y la oficina del jefe de Estado, que forman listas basadas en sus lazos, intereses económicos y políticos, y un nuevo modelo para el funcionamiento de estas estructuras. En su opinión, entrar en la lista al Hermitage y otros museos rusos, así como las instituciones de educación superior, incluida la Universidad Estatal de Moscú, está relacionado con su posible cooperación con las organizaciones de Crimea. «Se les impusieron sanciones debido a la continua confrontación entre Ucrania y Rusia sobre las colecciones de museos de Crimea, mostrando exhibiciones de Crimea y la cooperación con el museo de Crimea y las estructuras científicas», sugirió Bortnik.
En general, concluyó, ahora Zelensky no solo usa la herramienta de sanción de Poroshenko para sus propios fines, sino que «tendrá que responder por ella en los próximos tres años». Sin embargo, el experto no descartó que pueda haber errores en esta lista que serán corregidos.