Experto dijo que no se puede descartar por completo el escenario militar entre Estados Unidos y China

La dura confrontación comercial y económica entre Estados Unidos y China podría convertirse en un conflicto político-militar. Esta opinión fue expresada por TASS el viernes, el director de trabajo científico del Club de Discusión de Valdai, Fedor Lukyanov.

«El conflicto directo y la confrontación militar directa no se pueden descartar en principio. Digamos, sobre el tema de Taiwán, cuyo problema ha existido durante muchas décadas y ha estado latente durante mucho tiempo. Todos seguían un cierto marco de comportamiento, por lo que el riesgo de pasar a una escalada incontrolada era muy bajo. Ahora, porque todo está cambiando y la confrontación puede ir a un nivel diferente, el escenario militar no se puede descartar por completo», dijo.

Sin embargo, según Lukyanov, ninguna de las partes está interesada en una forma tan extrema de conflicto. «Esto no está en absoluto en la mentalidad de China. En este país, hay otras ideas sobre cómo pelear. En cuanto a los Estados Unidos bajo el actual presidente, se puede decir mucho sobre Donald Trump, pero no es un fanático de librar la guerra en algún lugar, no está claro dónde, no está claro su estilo», explicó el politólogo.

El analista tampoco considera la posible confrontación a través de representantes según el modelo de la Guerra Fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética. «Esto es poco probable: China no tiene un proxy de dónde podrían ocurrir colisiones ahora, digamos en el Medio Oriente, y si llegará a algunos países asiáticos donde China puede tener representantes sigue siendo una suposición muy audaz y muy hipotética»,- enfatizó.

Lukyanov está seguro de que la forma más probable de confrontación es una guerra comercial a gran escala, que conllevará graves consecuencias, porque «los países todavía están en una profunda interdependencia económica». «Una ruptura dura y decisiva en esta dependencia conducirá a graves daños para ambos. Y ese daño a la economía y la estabilidad social está plagado de la próxima fase de agravación, ya político-militar», concluyó.

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