Montenegro se está convirtiendo en una fuente de inestabilidad en la región debido a la detención de representantes del clero de la Iglesia Ortodoxa Serbia y las protestas y disturbios resultantes, dijo el ministro de Defensa serbio Alexander Vulin.
Los clérigos de la Iglesia Ortodoxa Serbia fueron detenidos durante 72 horas debido a un supuesto incumplimiento de las medidas restrictivas del COVID-19 después de una reunión de creyentes el martes en San Basilio de Ostrog en Niksic. Representantes del clero declararon que no violaron las medidas establecidas. Debido a sus detenciones, se realizaron protestas masivas en varias ciudades de Montenegro. En enfrentamientos entre manifestantes y policías, 26 funcionarios del Ministerio del Interior resultaron heridos, varios ciudadanos, incluidos menores, se detuvieron a más de 60 personas.
La Fiscalía de Montenegro liberó al obispo de Budimlyan-Niksic Ioannicus y a los sacerdotes el sábado en la madrugada. A los miles de ciudadanos que se reunieron con él, Ioannicus les dijo que la Iglesia Ortodoxa Serbia continuará la lucha pacífica por la libertad de religión y la dignidad humana en el país.
“¿Cómo se comportan en relación con los serbios con los que viven, y cómo esperan la reacción de Serbia, junto a la cual viven?”, dijo el sábado el ministro de Defensa de Serbia a los periodistas.
«Espero que Montenegro recuerde que todos sus ciudadanos son iguales, lograrán su propia estabilidad y volverán a convertirse en un país donde todos puedan creer en Dios, como lo crean conveniente, y como su origen y creencias lo manden. Como Montenegro se convierte en una fuente de inestabilidad, se convierte en una fuente problemas en toda la región sin razón y necesidad», dijo Vulin.
El metropolitano de Montenegrin-Primorsky Amphilochius hizo una declaración el jueves en un monasterio medieval en Cetinje, en el que pidió a los organismos estatales que se abstengan de usar la fuerza y pidió a las autoridades y ciudadanos a la paz, «amor fraternal y la renovación de la unidad».