El secretario general de la OTAN acusa a Rusia y China de diseminar información errónea sobre COVID-19 para “desestabilizar el orden mundial prevaleciente”.
“Los actores, algunos de los cuales están asociados con las autoridades de la Federación de Rusia y China, han difundido una gran cantidad de información errónea y propaganda, tratando de distorsionar los hechos. Tales acciones son incorrectas”, ha declarado el secretario general de Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), Jens Stoltenberg, en una entrevista con el periódico italiano La Repubblica.
Stoltenberg ha agregado que no ve otra razón para tal “propaganda y desinformación” de Rusia y China que los intentos de influir en los procesos políticos en la alianza y la Unión Europea (UE) y “desestabilizar el orden mundial”.
El jefe de la Alianza Atlántica también ha dicho que los miembros de la OTAN “han demostrado que están unidos y se ayudan mutuamente”, lo que, a su juicio, junto con el trabajo de los medios independientes, es la mejor respuesta a tantas falsificaciones.
Asimismo, EE.UU. otro miembro de OTAN ha acusado en reiteradas veces a las autoridades chinas de “ocultar información crucial” sobre el desarrollo del brote del coronavirus en el país asiático durante las primeras etapas. Según Washington, Pekín no ha informado abiertamente la cantidad de infectados y enfermos.
Además, el pasado febrero funcionarios estadounidenses del Departamento de Estado de EE.UU. lanzaron acusaciones contra Rusia, según las cuales, Moscú estaría detrás de la proliferación de información errónea sobre el brote de COVID-19. Sin embargo, Moscú desmintió estas falsas acusaciones.
Esto, mientras que el pasado marzo, a pesar de todo lo expuesto, el Gobierno chino había asegurado que el origen de COVID-19 se hallaba en realidad en EE.UU., señalando que el Ejército del país norteamericano podría haber llevado el coronavirus a la ciudad china de Wuhan, que se conoce como la fuente de la pandemia.
La pandemia de la COVID-19 sigue propagándose muy rápido por el mundo. Hasta el momento, la enfermedad ha sido contraída por cerca de 4,5 millones de personas en todo el orbe.