Los combatientes del destacamento contra las fuerzas de sabotaje submarino y los medios de la flotilla del Caspio realizaron un descenso bajo el agua y elevaron la carga a la superficie durante un entrenamiento táctico especial.
Según el escenario, se suponía que los nadadores de combate debían detectar y liberar objetos de sujeción a una profundidad de 2 a 6 metros.
El descenso bajo el agua se realizó utilizando el equipo de buceo SVU-3.