La destrucción de la torre de la estación de energía Zayzoon no fue el primer crimen de grupos terroristas en destruir y saquear infraestructuras en Siria. Es un enfoque practicado por aquellos grupos apoyados por el régimen turco hace años contra el pueblo sirio al matar, abolir y destruir infraestructura y saquear fábricas y plantas en ejecución de los planes de Erdogan y su codicia otomana en Siria.
Hace días, los terroristas del llamado «Partido del Turquestán» destruyeron la torre de la estación de energía Zayzoon en Idlib para completar la misión que les confió la “Hermandad Musulmana” (prohibida en Rusia) en Turquía, saqueando la riqueza siria y destruyendo su infraestructura.
La estación, que se puso en servicio en 1998, ha sido objeto de robos y saqueos sistemáticos por parte de los mercenarios de Erdogan, incluido el saqueo de equipos electrónicos relacionados con la generación de electricidad, enormes equipos eléctricos y motores de operación bajo la supervisión de técnicos turcos que cruzaron la frontera, y los tubos de vapor gigantes fueron retirados y transportados por camiones a Turquía.
La estación es una de las centrales eléctricas más grandes para suministrar energía a amplias regiones del país, consta de tres grupos generadores de gas con todos sus accesorios, cada uno con 128 megavatios, combustible líquido y gas, ubicados en Zayzoon, cerca de la ciudad de Jisr Al-Shogur. .
Los sistemas de riego tampoco escaparon al terrorismo de los mercenarios de Erdogan. Los grupos terroristas de Jabhat Al-Nusra y el llamado «Partido del Turquestán» extrajeron tuberías de metal de las tierras de cultivo de los agricultores en el área de Al-Ghab, cerca del campo de Idlib, que se utilizan para irrigar tierras de cultivo y contrabandearlas a través de intermediarios y venderlas en Turquía.
El terrorismo del régimen turco junto con sus mercenarios terroristas se extendió al agua potable, donde las fuerzas de ocupación y sus mercenarios terroristas cortaron constantemente el agua potable de la ciudad de Hasaka y los barrios residenciales en el campo occidental de Hasaka al dejar de bombear agua desde la estación de agua de Alouk y continúa extorsionando a los sirios con agua potable.
Los actos criminales cometidos por mercenarios del régimen turco en Zayzoon y el campo de Hasaka son un complemento de las prácticas de los mercenarios terroristas de este régimen, con la ayuda de la inteligencia turca en Alepo antes, en el desmantelamiento de miles de fábricas, talleres, plantas, tanques de electricidad y transformadores, además de robar y saquear miles de vehículos en instituciones públicas, la mayoría de los cuales fueron transferidos a los mercados turcos para venderlos a precios bajos o reemplazarlos con cantidades de armas y utilizaron el resto en sus operaciones terroristas que continuaron durante años en diferentes regiones antes de ser expulsados por el Ejército Árabe Sirio.