La Unión Europea se ha comprometido a elaborar un plan de inversión integral para los Balcanes Occidentales para este otoño. La Declaración de Zagreb discutida en la videoconferencia del 6 de mayo dice que el apoyo de la UE a los Balcanes es mayor que el de otros socios. Aparentemente, Bruselas intentó demostrar su descontento por la creciente influencia de Rusia y China en la región. Aunque Europa asignó unos 3.300 millones de euros a los Balcanes Occidentales para combatir EL COVID-19, Rusia y China habían ofrecido su mano antes. Los expertos entrevistados por Izvestia dicen que la influencia de la UE en la región está disminuyendo, por lo tanto, la posibilidad de unirse a la alianza para algunos países después del Brexit y la pandemia se ha vuelto vaga.
Según la directora del Centro de Estudios de Crisis Modernos de los Balcanes en la Academia de Ciencias de Rusia, Elena Guskova, los Balcanes es la región donde los intereses en conflicto de Europa, Rusia y Estados Unidos se enfrentaron y la lucha por la influencia en la región ha continuado durante muchos años. Los «juegos de los Balcanes» con la UE han estado en curso desde que Serbia decidió unirse a Europa. Sin embargo, la UE ha establecido repetidamente condiciones tales como poner fin a las relaciones comerciales con Rusia y reconocer la independencia de Kosovo, señaló. «Serbia hizo concesiones constantemente, pero cada vez que se aplazó la fecha de ingreso a la UE y 2025 cuando se prometió [su membresía] está demasiado lejos y ahora Belgrado podría cambiar de opinión», dijo el experto.
El director ejecutivo de la Progressive Politics Foundation, Oleg Bondarenko, dijo al periódico que la crisis del coronavirus ha expuesto los problemas de la UE. En lugar de proporcionar apoyo y solidaridad, la UE cerró incluso las fronteras internas. «La UE ha perdido su influencia en la región porque la posibilidad de expandirse se ha vuelto vaga, especialmente después del Brexit y la pandemia», dijo al periódico Stevan Gajic, investigador del Instituto de Estudios Europeos de Belgrado.
La crítica de los socios occidentales contra Serbia es una reacción a sus lazos amistosos con Rusia y la creciente cooperación entre Moscú y Belgrado. «Rusia siempre ha brindado asistencia a Serbia, sin exigir nada a cambio, y es por eso que este país no ha impuesto ninguna sanción contra Rusia, por lo que tiene fricciones con la UE», señaló Guskova.