Rusia condena y está alarmada ante la fallida invasión marítima contra Venezuela


Rusia destaca que las acciones de un grupo de mercenarios para entrar a Venezuela y cometer atentados merecen una “condena incondicional y decisiva”.

“Tomamos con alarma la información sobre el intento de un grupo de mercenarios de ingresar en el territorio de Venezuela para llevar a cabo actos terroristas contra representantes de las autoridades legales de este país y su liderazgo”, ha expresado la Cancillería rusa a través de un comunicado emitido este miércoles.

Moscú ha condenado, de este modo, una fallida invasión marítima que fue llevada a cabo el domingo por un grupo de mercenarios desde Colombia, a través de la costa de La Guaira, la zona marítima más cercana a Caracas (capital de Venezuela), para poner fin al Gobierno legítimo del mandatario venezolano, Nicolás Maduro.

En este contexto, el Ministerio ruso de Exteriores ha destacado en su nota que las acciones de dichos mercenarios merecen una condena firme e incondicional.

De acuerdo con la Cancillería rusa, tal condena se debe aplicar ahora, ya que todos los países, incluida Venezuela, enfrentan la implacable amenaza global por la pandemia del nuevo coronavirus, causante de la COVID-19, cuya lucha requiere la unificación de los esfuerzos de todos.

Entre los mercenarios, señala el texto, citando la información dada a conocer por Caracas, se encontraban personas asociadas con los servicios de inteligencia de EE.UU.

El comunicado de la Cancillería se emite a raíz de que el mandatario venezolano anunciara el lunes la detención de los estadounidenses Airan Berry y Luke Denman, que habían estado trabajando con Jordan Goudreau, un veterano militar estadounidense que lideró el fracasado plan golpista de la oposición venezolana contra Maduro.

Asimismo, Maduro denunció que este último conato contra Venezuela fue organizado desde Colombia y EE.UU., y tenía por meta perpetrar ataques contra líderes políticos y, en última instancia, asesinarlo. En este sentido, ordenó el despliegue de 25 000 soldados en el marco de un gran ejercicio militar para capturar a los implicados en la incursión.

El nuevo aventurismo de EE.UU. y Colombia contra Venezuela, en medio del brote de la COVID-19 en todo el mundo, ocurrió casi un año después de la intentona golpista que encabezó el líder opositor Juan Guaidó y sus aliados en Caracas con pleno respaldo de Washington.

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