La República Checa tiene la intención de “tomar medidas para fortalecer la seguridad” de sus diplomáticos en Rusia después de las protestas contra la demolición del monumento al mariscal soviético Iván Kónev en Praga frente a los edificios de las misiones diplomáticas checas. Así lo aseguró el ministro checo de Asuntos Exteriores, Tomas Petřicek, en una entrevista con RBC publicada el jueves.
Señaló que la parte checa espera una respuesta a estas acciones por parte de las autoridades rusas. «No hemos recibido una respuesta ni sobre el incidente en Moscú, ni sobre el incidente en San Petersburgo. <…> Planeamos fortalecer las medidas de seguridad para los diplomáticos y enviaremos oficiales de seguridad de nuestro Ministerio de Relaciones Exteriores a la embajada checa en Moscú», dijo. Ministro
Según él, las relaciones entre Rusia y la República Checa «no están pasando por los mejores tiempos», y la situación con el monumento de Kónev los hizo aún más complicados.
Anteriormente, miembros de la organización radical de izquierda “la Otra Rusia” realizaron protestas cerca de la embajada checa en Moscú el 5 de abril y en el Consulado General del país en San Petersburgo el 16 de abril. Los manifestantes desplegaron pancartas con inscripciones ofensivas frente a las misiones diplomáticas checas, además de quemar bombas de humo, una de las cuales cayó en el territorio de la embajada. Así, los manifestantes expresaron su descontento con la decisión de las autoridades del distrito de Praga-6 de retirar del pedestal un monumento al mariscal de la Unión Soviética Ivén Kónev. El Ministerio de Asuntos Exteriores checo envió notas sobre estos incidentes al Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia.
El Monumento a Kónev, a pesar de las protestas públicas y la reacción negativa del presidente checo Milos Zeman, fue retirado del pedestal el 3 de abril por una decisión de las autoridades municipales del distrito Praga-6, en el territorio administrativo en el que se encontraba. Las autoridades municipales planean transferirlo al Museo del siglo XX, que debería ser creado por el Ayuntamiento de Praga. La decisión sobre la transferencia fue tomada por el municipio el 12 de septiembre del año pasado.
El Comité de Investigación de la Federación de Rusia abrió un caso penal sobre el hecho del desmantelamiento del monumento en virtud del artículo «La profanación de los símbolos de la gloria militar de Rusia, cometidos públicamente».