El Gobierno de Venezuela acusa a Estados Unidos y a Colombia de aprovechar la amenaza mundial de la COVID-19 para atacar su país.
El ministro venezolano de Comunicación e Información, Jorge Rodríguez, en una rueda de prensa realizada el martes en el palacio presidencial de Miraflores en Caracas, la capital, ha acusado a Washington y Bogotá de, en medio de la crisis sanitaria provocada por la propagación del nuevo coronavirus (COVID-19), aprovechar “la situación que tiene amenazado a todo el mundo para atacar a Venezuela”, haciendo referencia a la incursión armada en Venezuela perpetrada el domingo por la Administración del presidente norteamericano, Donald Trump y su par colombiano, Iván Duque.
Además ha denunciado que el Gobierno de Duque “utiliza su territorio para planificar, organizar, entrenar y proporcionar logística a todos aquellos que procuren actos de violencia y agresión en contra de Venezuela”.
Pero, según el ministro, Venezuela tenía conocimiento de todos los movimientos de los atacantes, y la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) procedió a desarticular la operación nada más iniciarse: el domingo un grupo de mercenarios terroristas trató de ingresar en territorio venezolano a bordo de dos lanchas a través de la costa de La Guaira, la zona marítima más cercana a Caracas.
Rodríguez apunta a que el líder opositor Juan Guaidó está involucrado en las acciones terroristas contra el jefe de Estado venezolano, Nicolás Maduro. “Esta nueva acción dejó al descubierto el compromiso absoluto y real del diputado opositor de derecha Juan Guaidó con todas las acciones agresivas contra Venezuela y es imposible que pueda sustraerse a ellas”, insiste.
En otra parte de sus declaraciones, a Adolfo Baduel, hijo del general Raúl Isaías Baduel, lo ha calificado de “verdadero psicópata” y de persona con “muchísima sed de sangre”. Este se encuentra entre las ocho personas detenidas por Venezuela: formaban parte de un segundo grupo de la operación Gedeón, que se encontraba en Chuao, estado de Aragua. Entre los arrestados, además de Baduel, están el capitán Antonio José Sequea y el capitán Víctor Pimienta.
El ministro reveló que el jefe la operación Antonio Sequea se había puesto en contacto con otro narcotraficante, agente de la Administración para el Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) de EE.UU. “Es un elemento común que la DEA utilice narcotraficantes a los que chantajea, los reclutan para hacer el trabajo sucio”, explica.
El nuevo aventurismo de Trump y Duque es otra más de sus medidas inhumanas contra Caracas, y cuyo objetivo es derrocar al mandatario de la nación bolivariana.