Un grupo armado intentó una incursión armada en Venezuela para generar desestabilización, violencia y atentar contra miembros del Gobierno.
El Gobierno de Venezuela informó este domingo que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), junto con las Fuerzas de Acciones Especiales (FAES) de la Policía Nacional Bolivariana, neutralizaron la incursión por vía marítima de un grupo armado que pretendía infiltrarse en el país, denominada «operación Gedeón»
Denominada oficialmente «Operación Negro Primero», las fuerzas de seguridad venezolanas informaron sobre el fallecimiento de ocho personas, entre ellos uno de los líderes de la incursión, Robert Colina Ibarra, alias Pantera, así como la detención de otras dos personas.
El ministro de Interior, Justicia y Paz de Venezuela, Nestor Reverol, reveló que también fueron incautados diez fusiles, una pistola Glock 9 milímetros, dos ametralladoras AFAG, seis vehículos terrestres tipo camionetas, una lancha con dos motores fuera de borda, dos cuadernos con detalles de la operación violenta, teléfonos satelitales, identificaciones, uniformes, un casco con la bandera estadounidense, y cartuchos cargados de diferentes calibres.
¿En qué consistió la incursión armada?
El grupo armado, procedente de Colombia, tenía previsto realizar una incursión vía marítima mediante lanchas rápidas a través de las costas de Macuto, estado La Guaira (norte), con el objetivo de generar desestabilización, asesinar miembros del Gobierno venezolano y concretar un golpe de Estado, como aseguró Colina Ibarra en un video que circulara en las redes sociales.
https://twitter.com/madeleintlSUR/status/1256995298880229378
Quiénes están implicados?
Al frente del grupo armado se encontraba Colina Ibarra, así como el desertor, Javier Nieto Quintero y el exsoldado estadounidense, Jordan Goudreau, quien estaría a cargo del entrenamiento de tres campamentos de desertores de la FANB, y coordinados por el golpista Clíver Alcalá Cordones.
¿Quién es Robert Colina Ibarra, alias pantera?
Colina Ibarra dirigía el campamento de entrenamiento número 3, en la localidad de Riohacha (norte de Colombia) y otro de los implicados en la operación de inflitración de arsenal militar en territorio venezolano, frustrado por la Policía de tránsito colombiana el pasado 23 de marzo.
El jefe de esa operación era el golpista Alcala Cordones, quien ha reconocido que alias pantera era su hombre de confianza para este tipo de acciones contra el Gobierno venezolano.
¿Qué implicación tienen Colombia y EE.UU.?
En reiteradas ocasiones, el vicepresidente sectorial de Comunicación venezolano, Jorge Rodríguez, ha denunciado ante la opinión pública internacional que en Colombia existen tres campamentos «donde entrenan a mercenarios para activar planes contra Venezuela».
De igual forma, el propio Alcalá Cordones aseguró a la emisora colombiana WRadio que el contrato para la compra del arsenal militar incautado en marzo pasado se realizó con agencias de Estados Unidos (EE.UU.) y el conocimiento de Colombia.
Además, también habló sobre un plan para generar desestabilización en Venezuela y en el cual participaba el diputado opositor autoproclamado presidente, Juan Guaidó, quien habría firmado un contrato para una operación militar en esa nación.
El golpista aseguró que se planeaba un golpe de Estado contra el presidente Nicolás Maduro, y que en el referido contrato también participó el asesor político Juan José (J.J.) Rendón, junto a otros involucrados.
Por su parte, las autoridades colombianas han negado su implicación en la nueva agresión contra Venezuela al asegurar que «se trata de una acusación infundada, que intenta comprometer al Gobierno de Colombia en una trama especulativa».
Asimismo, en días recientes, el secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, afirmó que continuarán ejerciendo presión contra el Gobierno venezolano, sancionado y bloqueado ilegalmente, y no descartó en reabrir la Embajada de su país cuando haya un cambio de autoridades.
Primera «operación Gedeón» en Venezuela
Fue una operación militar ocurrida el 15 de enero de 2018 en la parroquia de El Junquito, y en la cual fue desarticulado el grupo armado encabezado por Óscar Pérez, vinculado a una célula terrorista, luego de atacar el Tribunal Supremo de Justicia de ese país en 2017, así como el robo de armas en el Fuerte de Paramacay.
En el operativo participaron varias fuerzas de seguridad venezolanas, como el FAES, la GNB y Policía Nacional Bolivariana (PNB).