Miles de musulmanes desafiantes han celebrado oraciones públicas durante el Ramadán en Afganistán, ignorando las medidas de seguridad de Covid-19. Su líder radical dijo anteriormente que morir del virus sería una forma de martirio.
Una gran multitud de seguidores del predicador salafista de línea dura Mujib Rahman Ansari se había reunido para una oración grupal al aire libre cerca del sitio de peregrinación Gazer Gah Sharif en Herat, la tercera ciudad más grande de Afganistán. Los fieles se sentaron en filas estrechas, cerca uno del otro, ignorando las normas de distanciamiento social y sin usar máscaras u otro equipo de protección.
«No nos importa el coronavirus. Creemos que Dios creó el coronavirus. Creo que es solo una creación de Dios, tal como somos. Fue la voluntad de Dios crear tal virus «, dijo uno de los asistentes a la agencia de video Ruptly.
Ansari había dicho previamente a sus seguidores que las muertes de Covid-19 se considerarían martirio.
Muchos clérigos musulmanes han instado a los fieles a rezar en casa durante el Ramadán, un mes sagrado en el Islam, y a continuar el distanciamiento social durante la pandemia. Mientras tanto, varios países, incluido Irán, han cancelado las oraciones de los viernes en las principales ciudades para evitar la propagación de la enfermedad.