El representante especial de EE.UU. para Siria afirma que Washington no tiene planes para abandonar el país árabe, lo que refuta una anterior promesa de Trump.
“La presencia de las fuerzas estadounidenses en el norte de Siria continuará hasta el final de su misión en este país, y esta misión es la derrota del grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe)”, ha declarado este sábado James Jeffrey, en una entrevista con el diario saudí Asharq Al-Awsat.
El funcionario estadounidense ha hecho esta aseveración, pese a que el presidente de EE.UU., Donald Trump, anunció en diciembre de 2018 que la misión estadounidense en Siria se cumplió, y que los militares de Washington iniciarían un repliegue inmediato del país árabe.
Al abordar las sanciones económicas de EE.UU. contra Siria. Jeffrey ha dicho que Washington las mantendrá vigentes hasta que Damasco acepte las “soluciones políticas” del país norteamericano. Esto a pesar de que estas medidas han empeorado la situación para los sirios, especialmente, en medio del brote del nuevo coronavirus, causante de la enfermedad COVID-19.
Desde octubre de 2019, Washington ha concentrado sus tropas y bases militares en el este y noreste de Siria, bajo el pretexto de “proteger” los pozos de crudo de los grupos terroristas; sin embargo, Damasco, ha acusado a EE.UU. de saquear flagrantemente los recursos petroleros sirios ante el mutismo internacional.
En otro segmento de la entrevista, el representante de EE.UU. ha manifestado el apoyo de la Casa Blanca a los ataques aéreos israelíes contra Siria. “Estados Unidos apoya los esfuerzos de Israel para defenderse”, ha manifestado.
Desde el inicio del conflicto en Siria en 2011, la fuerza aérea israelí viola sistemáticamente el espacio aéreo sirio para bombardear las posiciones del Ejército sirio a fin de apoyar a los terroristas y frenar las victorias del pueblo ante los grupos radicales.
El Gobierno de Damasco condena en términos enérgicos las incursiones ilegales israelíes en territorio sirio y ha amenazado con responder a la violación de su soberanía.
Los aviones y misiles israelíes se cruzan a menudo con las unidades de defensa aérea de Siria que, en la mayoría de los casos, logran frustrar los ataques del régimen de Tel Aviv.