Autoridades de Venezuela y Cuba denunciaron nuevamente las arremetidas del Gobierno de Estados Unidos en medio de la actual pandemia por el coronavirus.
Los cancilleres de Venezuela y Cuba, Jorge Arreaza y Bruno Rodríguez Parrilla, respectivamente, rechazaron este miércoles las nuevas declaraciones injerencistas del secretario de Estado de Estados Unidos (EE.UU.), Mike Pompeo.
El diplomático venezolano instó a Pompeo a dejar de usar a la nación suramericana «para ocultar sus culpas y fracasos», en referencia a la gestión del Gobierno estadounidense frente a la Covid-19, que en esta jornada registra más de un millón de casos confirmados y 60.967 fallecimientos, de acuerdo con datos de la Universidad Johns Hopkins.
Arreaza respondió al comentario del secretario de Estado sobre la presión que ejerce su Gobierno contra Venezuela a través de las medidas coercitivas unilaterales e ilegales, pese a la pandemia, así como «alistar» la Embajada estadounidense en el país suramericano para regresar cuando haya un cambio en la actual administración gubernamental,
El funcionario insinuó que en las misiones médicas cubanas se realiza una supuesta «trata de personas», y reconoció a los países que se han negado a recibir la ayuda de los especialistas de la nación caribeña para enfrentar la pandemia, como Brasil, Ecuador y Bolivia.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, expresó que «la solidaridad de Cuba aísla aún más a la agresiva política de Estados Unidos», país que «engaña deliberadamente cuando ataca la cooperación médica internacional de Cuba con mentiras y calumnias».
Asimismo, indicó que «la verdadera integración entre los países de América Latina y el Caribe es una condición indispensable para el desarrollo sustentable, la seguridad y soberanía alimentarias, para la satisfacción de las necesidades de nuestros pueblos».
Por su parte, ministro de Exteriores de Cuba cuestionó a Pompeo por «presionar a Gobiernos soberanos para que priven a sus nacionales de asistencia médica» y aseguró que en estos momentos se trata de «solidaridad, no de mezquindad».
El diplomático cubano denunció una vez más el recrudecimiento del bloqueo de EE.UU. contra su país e insistió en que «recicla infames mentiras contra los programas de cooperación médica internacional», siendo una amenaza a la «salud de otros pueblos en vez de sumarse a esfuerzos de cooperación».