Venezuela censura el aventurismo de la Armada de EE.UU. en su contra y le aconseja atender la COVID-19 entre sus fuerzas en vez de lanzar una campaña mediática.
El canciller venezolano, Jorge Arreaza, ha rechazado este jueves el acto hostil de la Guardia Costera de EE.UU. de abordar un pesquero venezolano en aguas internacionales del océano Pacífico patrulladas por la Marina de EE.UU.
“La Marina de EE.UU. debería atender sus casos de contagio y no arriesgar a sus efectivos en operaciones ficticias de distracción mediática. Tengan el valor de atender su crisis humanitaria”, ha escrito Arreaza.
El jefe de la Diplomacia venezolana también se ha referido a la extraña recomendación del presidente de EE.UU., Donald Trump, para tratar la enfermedad de la COVID-19, mediante la inyección de desinfectantes como lejía directamente en los pulmones de sus pacientes. Tras el rechazo generalizado de los expertos, el inquilino de la Casa Blanca afirmó que su peligrosa sugerencia era “una broma”.
“Una pandemia tan grave no se combate fabricando conspiraciones, ni recetando desinfectantes”, ha criticado el ministro de Asuntos Exteriores de Venezuela.
Según los datos oficiales ofrecidos por el portal Worldometer, EE.UU., con más de 1 000 000 casos diagnosticados y unas 61 000 muertes, está viviendo una grave crisis sanitaria por la pandemia.
En medio de esta crisis global, Washington obstaculiza con sus sanciones ilegales el acceso de Venezuela a los medicamentos necesarios para enfrentar el brote.
Asimismo, Washington ha arreciado las medidas hostiles contra Venezuela. Este mes, Trump ha ordenado “duplicar” el número de buques militares en las costas venezolanas “para luchar contra el tráfico de drogas”.
El mes pasado, Washington acusó al presidente venezolano, Nicolás Maduro, y a otras altas autoridades del país bolivariano de formar parte de una trama de tráfico de drogas, y ofreció una recompensa de 15 millones de dólares por la captura del mandatario chavista