El presidente de EE.UU., Donald Trump, quien acusó a China de ser culpable por el coronavirus, ahora busca una compensación de Pekín por la enfermedad.
“No estamos contentos con China (…) hay muchas maneras de hacerlos responsables (por la pandemia de la COVID-19)”, así dijo el mandatario norteamericano.
Durante una reunión realizada el lunes en la Casa Blanca, se le preguntó a Trump sobre un reporte alemán que pedía a China que pague al país europeo 165 mil millones de dólares en reparaciones debido al daño económico causado por el nuevo coronavirus, que causa la enfermedad COVID-19.
En este contexto, el inquilino de la Casa Blanca anunció que el Gobierno estadounidense está pensando por una compensación de China “de mucho más dinero del que está hablando Alemania”, y agregó que “aún no hemos determinado la cantidad final”.
Además, el presidente norteamericano, quien según un reporte divulgado este mes por el diario estadounidense New York Time (NYT), sabía del peligro que se cernía sobre su país y el mundo, pero decidió no hacer nada ante el virus, y desde entonces, está enfrentando a una ola de críticas por su gestión ante la pandemia, y culpó otra vez a China por el “daño mundial” por el virus.
“No estamos contentos con toda esa situación porque creemos que podría haberse detenido en la fuente”, aseveró Trump.
Ante las acusaciones de Trump, el ministerio chino, llamó el mismo lunes a Washington a aclarar las dudas sobre el manejo de la pandemia, añadiendo que “China es una víctima de la desinformación, no un iniciador. Crear información engañosa y acusaciones no se propone de ninguna manera en lugar de la cooperación internacional contra esta enfermedad generalizada y debe rechazarse por completo”.
Por otra parte, el mandatario estadounidense anunció el 14 de abril la suspensión de la ayuda de su país a la Organización Mundial de la Salud (OMS) acusándola de “mala gestión” frente a la pandemia del nuevo coronavirus, y de ser muy amable con China, un hecho rechazado por varios países y organismos.
Según los últimos datos oficiales ofrecidos por el portal Worldometer, EE.UU., con más de un millón de casos diagnosticados y casi 57 000 muertes, ya se ha convertido en el epicentro de la letal enfermedad.