Rusia tiene colchón de seguridad para sobrevivir a la crisis petrolera


Rusia asegura que cuenta con suficientes reservas internacionales para superar un posible déficit ocasionado por los precios extremadamente bajos del petróleo.

“Sí, Rusia podrá, tenemos una gran reserva de fortaleza, el llamado colchón de seguridad, pero hay que ser muy cuidadosos a la hora de usar esas reservas”, así lo anunció el domingo el portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, al canal de televisión Rossiya 1, tras ser preguntado si el país puede superar las condiciones causadas por la caída del precio del crudo.

Además, consideró esperar los efectos del reciente acuerdo histórico alcanzado por la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) antes de tomar nuevas medidas en el mercado petrolero internacional.

“En este momento, tenemos que esperar hasta el 1 de mayo, el momento en que el acuerdo entrará en vigor, evaluar los primeros resultados de este pacto”, indicó Peskov, respondiendo a una pregunta sobre si Rusia y Arabia Saudí están discutiendo continuar la disminución en la producción de petróleo.

Señalando que la crisis causada por el nuevo coronavirus (COVID-19) no se había visto hasta ahora, el vocero de Kremlin insistió en que no se deben hacer pronósticos económicos a largo plazo en este momento.

El pasado sábado, el ministro de Finanzas ruso, Antón Siluánov, anunció que su país cubrirá el déficit presupuestario causado por la caída del precio del crudo con recursos del Fondo de Bienestar Nacional (FBN), ‘hucha’ creada con los ingresos por las exportaciones de petróleo cuando su precio era elevado.

Los precios internacionales del crudo se hundieron en las últimas semanas a niveles históricamente debido a la dramática caída en la demanda a raíz del confinamiento de personas y restricciones de viaje impuestas en todo el mundo para combatir la pandemia del nuevo coronavirus.

Esta crisis se agravó aún más después de que Rusia y Arabia Saudí comenzaron una guerra en el ámbito del petróleo que resultó en el derrumbe de los precios del mismo en los mercados mundiales.

La semana pasada, el barril del crudo estadounidense West Texas Intermediate (WTI) cotizado en Nueva York para su entrega en mayo, al final de una sesión infernal, cayó a valores negativos por primera vez en su historia, mientras los inversores trataban desesperadamente de deshacerse de sus barriles en un mercado saturado, ya que la parálisis económica provocada por la pandemia del coronavirus ha desencadenado una fuerte caída de la demanda.

El desplome de los precios se produjo a pesar de que el 12 de abril, los miembros de la OPEP y OPEP+ cerraron por fin un acuerdo para reducir la producción de hidrocarburos en 9,7 millones de barriles diarios, a partir del próximo 1 de mayo. Los precios se han recuperado desde entonces, pero permanecen en sus niveles más bajos en muchos años.

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