Estados Unidos informa a Rusia de quejas por el Tratado de Cielos Abiertos

Kommersant descubrió que Estados Unidos presentó sus quejas por escrito sobre el Tratado de Cielos Abiertos a Rusia. Un documento sobre el asunto fue entregado a la delegación rusa durante las conversaciones que tuvieron lugar en Viena en enero. Moscú consideró que el documento se hizo «de manera perentoria». El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Sergey Ryabkov, dijo al periódico que «son los Estados Unidos quienes están violando el tratado y quieren retirarse de él, no Rusia».

El jefe diplomático ruso, Sergey Lavrov, dijo la semana pasada que, a juzgar por las señales de Washington, los funcionarios estadounidenses estaban a punto de anunciar su retirada del Tratado de Cielos Abiertos, un acuerdo multilateral que permite a las partes llevar a cabo vuelos de reconocimiento sobre el territorio de los demás para impulsar la mutua confianza. El Pentágono y el Departamento de Estado de EE. UU. son evasivos sobre la posible retirada de Estados Unidos del tratado, pero Lavrov confirmó por primera vez que Moscú se inclinaba a creer a aquellos expertos que dijeron que Washington ya había tomado una decisión.

Kommersant también descubrió que el Tratado de Cielos Abiertos se mencionó en las consultas de enero sobre estabilidad estratégica, en las que participaron el viceministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergey Ryabkov, y el subsecretario de Estado adjunto de los Estados Unidos, Christopher Ford. El diplomático ruso confirmó al periódico que Moscú había recibido el documento pertinente. «Rusia proporcionó respuestas detalladas a todas las quejas de Estados Unidos y aclaró su posición, incluidos varios aspectos que apuntan al incumplimiento de los Estados Unidos», agregó Ryabkov.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia ha publicado recientemente un comentario detallado en su sitio web, que deja en claro que Moscú acusa a Washington de cinco casos de violación del tratado. Ryabkov cree que los problemas con el tratado provienen de la postura de Washington.

«El problema es que los estadounidenses no están dispuestos a hacer acuerdos», dijo al periódico. «Al igual que con otros asuntos contenciosos, solo buscan imponer su posición que no puede estar sujeta a ajustes, y exigen que simplemente lo aceptemos. Sin embargo, es imposible porque tenemos una visión opuesta de la situación», señaló el diplomático ruso de alto rango.

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