La pandemia de coronavirus dejó a casi 25 millones de estadounidenses desempleados, lo que provocó una crisis de hambre en los Estados Unidos, según el canal de televisión suizo SRF.
Los estadounidenses se ven obligados a buscar ayuda de organizaciones benéficas para obtener productos gratuitos. Sin embargo, sus reservas no son grandes y pronto se agotarán.
Como señaló SRF, una parte importante de los necesitados son hispanos. Se alinean frente a la organización benéfica United Community (Comunidad Unida), Virginia, que distribuye alimentos.
Los trabajadores sociales aceptan a los necesitados y anotan sus datos personales.
«Aquí, por ejemplo, esta persona: durante los últimos 2 meses ha estado desempleado debido a la crisis con coronavirus, un electricista, un constructor es un caso típico», dice un empleado de la organización.
En un día, United Community ayuda a 80 familias. Esta es una tarea difícil para una organización pequeña. Los grandes bancos de alimentos, como Feeding America, informan un aumento del 40% en los buscadores de ayuda.
El jefe de la Comunidad Unida señala que antes de la crisis en los Estados Unidos había un problema con las personas hambrientas, pero ahora la situación corre el riesgo de salirse de control.
«Está mal cuando en un país rico como Estados Unidos, las personas tienen que sufrir hambre», dice el director gerente de United Community.
Los empleados observan que las existencias de productos se agotan, y las nuevas entregas no son tan frecuentes. La harina, el arroz y el pan son escasos incluso de los proveedores.
Según la organización, alrededor de 37 millones de estadounidenses están desnutridos regularmente. También hay escasez de pañales. United Community los distribuye a las familias pobres.