El canciller venezolano urge a Estados Unidos que ponga fin a la agresión contra Venezuela y se ocupe de su mala gestión del brote de COVID-19.
“En Estados Unidos está hoy el epicentro de la pandemia mundial. En vez de agredir a los pueblos y anunciar ‘máxima presión’ contra Venezuela, [el presidente de EE.UU., Donald] Trump, Pompeo y sus halcones deberían dedicar ‘máxima atención’ a la tragedia que vive su pueblo por el pésimo manejo de COVID-19”, declaró Arreaza en un mensaje en su cuenta de Twitter el jueves.
Sus declaraciones se produjeron después de que el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, declaró el mismo jueves que Washington continuará presionando al Gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro.
El ministro venezolano también condenó las declaraciones de Pompeo sobre un anuncio del Departamento de Tesoro de EE.UU., al referirse a la culminación de una licencia que la entidad otorgó a ciertas empresas estadounidenses para realizar operaciones con la compaña estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA).
Esta autorización afecta a la petrolera Chevron, Halliburton, Schlumberger, Baker Hughes y Weatherford International, las cuales podrán seguir colaborando con PDVSA o empresas filiales, pero no podrán extraer, vender o transportar petróleo venezolano, contratar personal adicional o abonar dividendo alguno a PDVSA.
Washington, desde que reconoció al líder opositor Juan Guaidó como autoproclamado “presidente interino” de Venezuela, ha seguido amenazando y ejerciendo intensas presiones diplomáticas y aplicando férreas sanciones económicas contra la nación suramericana, que en la situación actual dificulta la lucha de Venezuela contra el brote del COVID-19.
No obstante, muchos países salen defendiendo al Gobierno legítimo de Maduro y condenan las políticas hostiles de EE.UU. hacia este país. Al respecto el martes, un grupo de 10 países (Camboya, China, Cuba, Corea del Norte, Irán, Nicaragua, Rusia, Siria, Venezuela y Zimbabue) solicitaron a la alta comisionada de DD.HH. de las Naciones Unidas, Michelle Bachelet, que incluya la necesidad de levantar las medidas coercitivas unilaterales en la actual respuesta prioritaria a la epidemia de COVID-19 que elabora su oficina.
Mientras que el coronavirus sigue propagándose por el mundo, son varios los países sujetos a las sanciones unilaterales de EE.UU. que se enfrentan a dificultades para combatir el COVID-19. Pese a reiterados llamados, incluso desde el propio Estados Unidos, Washington insiste en mantener sus sanciones inhumanas.