Las Fuerzas Armadas alemanas han estado buscando durante mucho tiempo un reemplazo adecuado para los viejos aviones Tornado, que entraron en servicio con la Fuerza Aérea del país en 1983.
El gobierno alemán ha confirmado que la antigua flota de bombarderos de combate Tornado del país será reemplazada por aviones de combate europeos y aviones F-18 de Boeing con sede en Estados Unidos, en una medida que enfureció al Partido Socialdemócrata (SPD), informa AFP.
El portavoz del Ministerio de Defensa alemán, Arne Collatz-Johannsen, dijo a periodistas en Berlín el lunes que se enviará una decisión oficial al comité de defensa del Bundestag «en los próximos días».
«Recomendamos una solución mixta que mantenga a la industria europea de defensa funcionando a pleno rendimiento y, lo que es más, en relación con menos de un tercio del total, posiblemente provenga de proveedores no europeos», dijo.
Según él, la ministra de Defensa alemana, Annegret Kramp-Karrenbauer, le contó a su homólogo estadounidense Mark Esper sobre los planes para el fin de semana.
AFP también citó a una fuente no identificada que confirma informes anteriores de que los planes del gobierno incluyen la compra de 90 aviones europeos fabricados por Airbus y 45 aviones Boeing F-18; 30 de los F-18 estarán equipados para transportar bombas nucleares estadounidenses.
Mientras tanto, la decisión de Kramp-Karrenbauer ha provocado críticas por parte de los miembros del SPD que son los socios menores de la coalición en el gobierno de la canciller Angela Merkel.
El jefe del comité de defensa del parlamento, Wolfgang Hellmich, dijo al periódico Sueddeutsche Zeitung que «nada nos ha sido transparente de ninguna manera» y que «hasta ahora no hemos recibido nada».
La declaración se produjo cuando los legisladores del SPD siguen oponiéndose a los planes del Ministerio de Defensa de comprar aviones de combate estadounidenses para transportar armas nucleares. El ministerio, a su vez, insistió en que el ministro de Finanzas del SPD, Olaf Scholz, y el ministro de Relaciones Exteriores, Heiko Maas, habían sido informados sobre el asunto.
Durante una visita a Washington en septiembre de 2019, Kramp-Karrenbauer habría dicho que el avión, que fue elegido para reemplazar el Tornado, debería resolver «sin problemas» el doble papel de los viejos aviones. Esto estipula un avión de combate que sirve como cazabombardero en la guerra convencional y mantiene la capacidad de transportar la bomba de gravedad nuclear estadounidense B61.
También el año pasado, Berlín descartó sus planes de comprar el avión de combate sigiloso F-35 de Lockheed Martin, que es capaz de realizar ataques terrestres y misiones aéreas, a fin de reemplazar a los Tornados que han estado en servicio desde principios de la década de 1980.