Por iniciativa del comandante del 79° Cuerpo de Infantería del 3° Ejército de Choque del 1° Frente Bielorruso, el Teniente General, Semyon Nikiforovich, el 27 de abril de 1945, se crearon dos grupos de asalto para la toma del Reichstag e izar el Estandarte de la Victoria. Uno de ellos, formado por voluntarios de los regimientos 1955° y 1957° de artillería antitanque de combate y que operaba como parte de la 171° división de infantería, por orden del comandante fue encabezado por el ayudante del comandante del cuerpo, el mayor Mikhail Bondar. «Por la mañana se anunció que de los voluntarios se estaba formando un cuerpo de destacamento de asalto», recordó Alexander Bessrab, el comandante de una de las divisiones de artillería del 79° cuerpo de infantería (el asalto al Reichstag se inició el 28 de abril de 1945). «Tuve que elegir el más digno, fuerte y resistente». Uno de ellos resultó ser el sargento del 1955° regimiento de artillería antitanque de la 40° brigada de artillería, Vasily Kanunnikov.
Vasily Petrovich nació en 1916 en una familia campesina en el pueblo de Klinskoye, distrito de Zaraisk, provincia de Riazán (ahora distrito de Ozersky de la región de Moscú). Después de la escuela, finalizó los cursos de conductor de tractor y trabajó como operador de máquina. En mayo de 1942 fue llamado a las filas del Ejército Rojo. Participó en la batalla en el Arco de Kursk, combatió en los frentes Bryansk, Central y Bielorruso. En febrero de 1945, al participar en repeler un ataque enemigo, la dotación del sargento Kanunnikov, como se indica en los documentos, «mostrando un coraje e iniciativa excepcionales, logró elegir el momento e incendió el arma autopropulsada «Ferdinand», el arma alemana más perfecta de la clase de «destructores de tanques» de la Segunda Guerra Mundial. Por esta hazaña, por orden de mando, el sargento Kanunnikov recibió la Orden de la Estrella Roja.
Tras ofrecerse voluntariamente para asaltar el Reichstag, Vasily Kanunnikov se inscribió en el grupo de asalto del Comandante Mikhail Bondar y fue uno de los primeros en cruzar el río Spree, que separaba la Königsplatz, al final del cual se encontraba el Reichstag, del resto de la ciudad. «A las 13 en punto, los morteros de la Guardia comenzaron a hablar, comenzó la preparación de artillería», escribió el comandante de la 150º división, el general Shatilov en sus memorias muchos años después. –“La tierra tembló, el aire estaba caliente y humeante, fuentes de explosiones se elevaron hacia el cielo, un mar de fuego arrasó el área. La tormenta de fuego burbujeó durante media hora, los cañones retumbaron durante media hora y, tan pronto como se calmaron, un nuevo trueno sacudió la plaza. Cientos de héroes gritando «¡Hurra!» corrió a la ciudadela hitleriana. Cada metro de espacio fue atravesado por balas, fragmentos de morteros y proyectiles. Nuestros guerreros corrieron, cayeron, saltaron y nuevamente corrieron hacia adelante. Paso a paso ellos tomaron por asalto los últimos metros frente al Reichstag».
“Los hitlerianos lanzan un huracán de fuego sobre nosotros. Pero nuestro ataque no se está debilitando. Quedan 60…30…20 metros y, finalmente, llegamos a una amplia escalera que conduce a la entrada principal del Reichstag”, dijo Mikhail Bondar. –“El increíble movimiento de personas, exclamaciones, destacamentos. Los heridos llaman a los enfermeros y enfermeras, los muertos caen. Unos poderosos ataques y la puerta se abre de golpe». Sin embargo, Vasily Kanunnikov no pudo ver esto. La bala enemiga interrumpió la vida del héroe en la entrada del Reichstag.
Por decreto del Presídium del Consejo Supremo de la URSS del 15 de mayo de 1946, el sargento recibió el título de Héroe de la Unión Soviética a título póstumo por el cumplimiento ejemplar de las misiones de combate de mando y coraje y el heroísmo mostrados al mismo tiempo.
En la ciudad de Kolomna, en el Paseo de la Memoria, se instaló un busto del Héroe. En 1995, Vasily Kanunnikov recibió el título de Ciudadano Honorario del Distrito Ozersky de la Región de Moscú. Su nombre se da a la calle en la ciudad de Ozery.