Jair Bolsonaro critica constantemente a los líderes parlamentarios, gobernadores y alcaldes que defienden las medidas de cuarentena para contener la propagación del virus.
Gobernadores brasileños condenaron este domingo el pedido al presidente Jair Bolsonaro de promover un golpe militar que anule el Congreso y ala Corte Suprema del país por apoyar el llamado a cuarentena para frenar la propagación del Covid-19.
Tras la amenaza de un golpe militar impulsado por Bolsonaro, 20 de los 27 gobernadores brasileños firmaron una carta en defensa de la democracia y se solidarizaron con el presidente de la Cámara de Diputados y los senadores
El presidente de la Cámara de Diputados de Brasil, Rodrigo Maia, expresó en su cuenta Twitter “defender la dictadura es estimular el desorden” es “coquetear con el caos”.
Maia indicó que para vencer al coronavirus debe haber orden disciplina democrática y solidaridad con los demás y destacó que apoyar la ruptura de la democracia en la actual emergencia por la pandemia, “Es una crueldad imperdonable para la familias de las víctimas”.
Este domingo desafiando las recomendaciones de la Organización Mundial de Salud (OMS) partidarios de Bolsonaro manifestaron en Brasilia contra las medidas de confinamiento, criticadas por el mandatario brasileño.
Durante el acto Jair Bolsonaro arengó a manifestantes que rompieron la cuarentena para pedir una intervención militar y el cierre del Congreso.
El mandatario ultraderechista critica constantemente a los líderes parlamentarios, gobernadores y alcaldes que defienden las medidas de cuarentena y distanciamiento social para contener la propagación del virus.
La semana pasada, La Corte Suprema de Brasil emitió un fallo que otorga a los gobiernos locales imponer cuarentena para contener la pandemia del coronavirus.
Bolsonaro ha enfrentado numerosas críticas por minimizar el impacto del Covid-19, y forzó la renuncia de su ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, quien era un defensor de mantener el confinamiento.
Brasil, con una población de 210 millones de habitantes, es el país más afectado por la pandemia de América Latina, con un total de 38.654 infectados y 2.462 decesos.