Los conservadores apuestan por el control total: Johnson corre el riesgo de terminar como un dictador típico

La administración de Boris Johnson busca la dominación máxima, que aún no ha sido un solo gobierno británico.

Sobre esto escribe el periodista e historiador británico Andy Becket en una publicación en «The Guardian».

Señaló que, a pesar de los errores de cálculo francos en política, que provocaron, entre otras cosas, sentimientos separatistas en Escocia e Irlanda del Norte, los conservadores ganaron las elecciones por cuarta vez consecutiva, y con un margen increíble. Además, la quinta victoria se predijo para los conservadores, lo que no ha sido hecho por ningún partido británico desde principios del siglo XIX.

“Los conservadores se reunieron y perdieron el referéndum de la UE, presionaron a Escocia e Irlanda del Norte para que abandonaran el Reino Unido, aplicaron políticas de austeridad que causaron enormes daños a los servicios públicos y la sociedad, sin reducir la deuda pública, como se prometió, y aseguraron el peor crecimiento salarial en dos siglos”, dijo Beckett.

También recordó que el gobierno de Boris Johnson estuvo marcado por la incompetencia y ahora, en medio de la epidemia de infección por coronavirus COVID-19. Cuando la propagación de la enfermedad disminuya, los británicos podrán asociar a los conservadores con los «peores horrores».

“Las encuestas muestran que el público desaprueba su trabajo durante la crisis. Sin embargo, sigue habiendo un reconocimiento general de que en el futuro previsible, ya sea bueno o malo, los conservadores serán nuestros amos”, admitió el autor.

En este contexto, la administración de Boris Johnson busca la dominación máxima, que ninguno de los gobiernos británicos anteriores poseía, continúa el experto.

Llamó la atención sobre el hecho de que los periodistas no deseados que pueden hacer preguntas incómodas no están permitidos en las sesiones informativas oficiales. Al mismo tiempo, Johnson evita el control parlamentario. Y todo esto va acompañado de lemas que los conservadores representan a la gente como ningún otro partido representa.

«En todos estos aspectos, Gran Bretaña puede estar más cerca de convertirse en un estado de partido único», afirma Beckett. –“Cuando la era de los conservadores llega a su fin, puede ser espectacular. Como han descubierto muchos dictadores y primeros ministros que se han sentado en su puesto, para los practicantes del gobierno de un solo partido hay un gran problema. Cuando la gente finalmente decida que no has podido cumplir con tus obligaciones, no culpará a nadie más».

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