Las autoridades competentes aseguraron la evacuación de la zona de Al-Tanf cerca de la frontera sirio-iraquí a los miembros del grupo armado que aprovecharon el decreto presidencial sobre amnistía y entregaron sus equipos, armas y equipos al Ejército Árabe Sirio.
Una fuente de las autoridades competentes dijo que 28 elementos y 6 conductores del llamado grupo terrorista Jaish Magavir Al-Saura, controlado por las fuerzas de ocupación estadounidenses, pudieron ingresar a Palmira.
La fuente indicó que los elementos entregaron 8 vehículos con ametralladoras pesadas además de armas, que incluyen 5 ametralladoras diferentes, 3 rifles de francotirador, 7 rifles automáticos M16 de fabricación estadounidense, 8 rifles rusos, RPG, varias municiones y telescopios nocturnos y observaciones diurnas y diversos dispositivos de comunicación.
El líder del grupo armado, Ghanem Samir Al-Khudeir, apodado “Abu Hamza”, dijo al corresponsal de la agencia SANA que, según el decreto de la organización terrorista Daesh, los miembros del grupo fueron trasladados de las regiones orientales de la provincia de Suweida a Daraa. En coordinación con el líder del llamado grupo Ahrar Al-Ashair, entrenaron en Jordania durante un mes. Luego fueron enviados al campamento de Al-Rukban, donde se reveló que al grupo terrorista Daesh (ISIS-Estado Islámico) se le entregó armas y la mayor parte de la ayuda humanitaria. Mientras estaban en las filas del grupo Jaish Magavir As-Saura, descubrieron que este apoyaba a organizaciones terroristas y decidieron rendirse al Ejército Árabe Sirio.
Señaló que en el área de Al-Tanf hay muchos otros grupos armados que están listos para regresar a su tierra natal, pero esperan condiciones más favorables.
Khalid Samir Al-Khudeir, el líder intelectual del llamada grupo terrorista «Jaish Magavir As-Saura», señaló la presencia en el área de Al-Tanf de otras pandillas equipadas con armas modernas y drones. Sus miembros están entrenados bajo la supervisión de instructores de las fuerzas de ocupación estadounidenses y están atacando puestos del ejército sirio, campos de petróleo y gas e infraestructura.
Salah Rashid Ad-Dahir, apodado Abu Uday, señaló que durante su presencia en el campamento de Al-Rukban, observó que la mayor parte de la ayuda humanitaria se entregó a los terroristas de Daesh, la otra parte se entregó a los comerciantes para su venta a precios exorbitantes a las personas desplazadas.
