La inteligencia de los Estados Unidos está investigando la actividad de las instituciones científicas en Wuhan, China, para averiguar si supuestamente podrían haber sido la fuente de la infección por coronavirus. El jefe del Pentágono, Mark Esper, dijo que los inspectores internacionales podrían ser enviados a laboratorios chinos en el futuro. Anteriormente, los informes de un medio estadounidense afirmaban que el virus mortal podría haberse presuntamente originado a partir de experimentos llevados a cabo por científicos chinos. Washington se subió al carro, buscando culpar a Beijing por la pandemia, escribe Nezavisimaya Gazeta.
El presidente del Estado Mayor Conjunto de los EE.UU., Mark Milley, explicó que había supuestos datos de inteligencia sobre lo que sucedió en Wuhan en diciembre del 2019. Las primeras evaluaciones sugirieron que la contaminación era el resultado de una transmisión natural del patógeno de un animal a un cuerpo humano. Más tarde, algunos medios de comunicación afirmaron que el virus se filtró del laboratorio de Wuhan, aunque no hay evidencia suficiente para llegar a esta conclusión.
«Antes de que comenzara la epidemia, Occidente había discutido la cuestión de si China podría tener armas bacteriológicas o químicas. Las publicaciones estadounidenses mencionaron que China no tenía programas para desarrollar estas armas. Mientras tanto, hay un importante centro de investigación de la Academia China de Ciencias en Wuhan, que se ocupa de la virología y tiene equipos modernos», dijo al periódico Vasily Kashin, investigador principal del Instituto de Estudios de Extremo Oriente de la Academia de Ciencias de Rusia.
Según el experto, hay muchas teorías sobre cómo se originó este coronavirus. «No se puede descartar nada. Pero no hay confianza en las declaraciones de los estadounidenses. Han hecho un trabajo paupérrimo en la lucha contra la pandemia y están tratando de echarle la culpa a China. No debemos olvidar que los servicios especiales de Estados Unidos han difundido mentiras obvias varias veces. El ejemplo más famoso es su afirmación sobre las armas de destrucción masiva en Irak», destacó el experto.