El día después de que el presidente Vladimir Putin les dijera a los rusos que las próximas semanas serán «decisivas» en la batalla contra el coronavirus, el país ha publicado un nuevo aumento diario en el número de infecciones, con 2,774 nuevos casos descubiertos.
Más de dos tercios (1.949) se encontraron en Moscú y su región circundante, con otros repartidos por todo el país. El total nacional ahora es de 21,102.
Es preocupante que la remota República del norte de Komi sea la cuarta región más afectada de Rusia en general. El territorio rico en recursos registró 97 casos nuevos de Covid-19 el martes, llevando su cuenta a 305, con tres muertos.
Se han anunciado 22 nuevas muertes, 18 de ellas en el área de Moscú, la más joven de 29 años con síndrome de Down. La cifra nacional es de 170, con 119 de los fallecidos de la capital y sus alrededores. San Petersburgo ha registrado cuatro casos fatales.
El lunes, Putin dijo a los funcionarios, a través de un enlace de video, que la situación de Rusia estaba «cambiando todos los días y desafortunadamente no para mejor». Advirtió sobre la necesidad de prepararse para circunstancias «complejas y extraordinarias» a medida que se propagan las infecciones.
«Tenemos muchos problemas», dijo el presidente. «No tenemos nada especial de qué presumir, y ciertamente no debemos relajarnos». Putin agregó que estaba preparado para llamar al ejército para ayudar a ampliar los servicios médicos, si fuera necesario. Mientras tanto, Tatiana Golikova, viceprimera ministra encargada de manejar la respuesta nacional al coronavirus, dijo que era «desagradable» ver que aumentaban las cifras diarias.
El colapso de la edad en Moscú también va en contra de la percepción de que las personas más jóvenes son de alguna manera resistentes al coronavirus. El 49.5% de los que se sabe que están infectados en la capital son menores de 45 años, con solo el 14% mayores de 66.
Los funcionarios de salud creen que Rusia no alcanzará el pico del brote hasta finales de abril. La mayor parte del país está en alguna forma de bloqueo parcial estricto, con la severidad de las restricciones dependiendo de las circunstancias locales. A partir del miércoles, las medidas se endurecerán en Moscú con pases electrónicos introducidos con el fin de moverse por la ciudad en transporte público o privado. Por otro lado, en la región del Lejano Oriente de Primorye, las autoridades locales han permitido que decenas de escuelas vuelvan a abrir.
Se arriesgan menos en la capital donde, durante el fin de semana, 92 tiendas fueron multadas por violar las regulaciones de ‘distanciamiento social’. Las empresas no aplicaron «marcas especiales para evitar contactos potencialmente peligrosos entre clientes», según Alexei Nemeryuk, jefe del departamento de comercio y servicios de Moscú.
Putin ha implementado un «feriado pagado» en todo el país hasta finales de abril para alentar a los rusos a quedarse en casa. El esquema no se aplica a los trabajadores esenciales y aquellos que pueden llevar a cabo sus tareas desde casa.
En todo el país, los restaurantes, bares, centros comerciales, cines, gimnasios y otros lugares públicos no esenciales permanecen cerrados.