Las acusaciones de EE.UU. contra la OMS demuestran que quiere transferir a otros la responsabilidad por la situación que vive el país, según la Cancillería rusa.
“En medio de la rápida propagación en el mundo del nuevo coronavirus (COVID-19), causa preocupación los intentos observados en algunos países de transferir a otros la responsabilidad por el ambiente epidemiológico dentro de sus fronteras”, ha señalado este domingo el Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia a través de un comunicado emitido en Facebook.
El texto trata de las recientes acusaciones de Washington contra la Organización Mundial de la Salud (OMS) por supuestamente no haber reaccionado a tiempo a la epidemia del letal virus y por ello pide evitar la politización en torno a la pandemia, hecho que la Cancillería rusa ha destacado la importancia de evitar.
A principios de este mes de abril, el presidente de EE.UU., Donald Trump, criticó a la OMS por su ineficiente trabajo frente a la propagación del COVID-19, aunque, desde el 11 de marzo, el organismo calificó de pandemia la enfermedad.
Como su intento de transferir a otros la responsabilidad por el ambiente epidemiológico que se vive en EE.UU. no resultó, entonces, el pasado miércoles, el mandatario neoyorquino arremetió de nuevo contra la OMS y la acusó de “minimizar la amenaza” del virus, al que anteriormente calificó como “el virus chino”.
Zhao Lijian, portavoz de la Cancillería china, aseguró en marzo que el origen del COVID-19 está en EE.UU., señalando que el Ejército estadounidense lo pudo haber llevado a la ciudad china de Wuhan, donde se originó la pandemia.
El virus sigue propagándose muy rápido en el mundo, y ya ha infectado, hasta el momento a más de 1,8 millones de personas en todo el orbe. Estados Unidos, a pesar de todo lo expuesto, con más de 557 000 casos diagnosticados y 21 952 muertes se ha convertido en el epicentro de la enfermedad.