Bolivianos que buscan cruzar las fronteras por tierra desde diferentes regiones de Chile tienen prohibido el ingreso al país por decreto de la presidenta del Gobierno de facto, Janine Añez, frente al cierre de fronteras ante Covid-19.
El Director de Migración del Gobierno de facto, Marcel Rivas, informó que colaborará con el municipio fronterizo de Colchane para que más de 500 ciudadanos bolivianos permanezcan en fronteras chilenas en medio del nuevo brote de coronavirus.
En últimas declaraciones Rivas, ofreció “coordinar cualquier ayuda que necesite para establecer un centro de cuarentena en su municipio» dirigiéndose al alcalde del municipio Colchane, Jarvier García.
Rivas también acusó al movimiento político boliviano MAS, de ser responsables de lo que se vive en las fronteras con Chile, declaraciones que fueron desmentidas por el alcalde chileno, quien dijo que se tratan de ciudadanos que trabajan en Chile pero que desean volver a sus hogares pues los trabajos han mermado en medio de la contingencia sanitaria.
Asimismo, el alcalde de Colchane informó que hicieron «las denuncias correspondientes a la ONU como también a instituciones de derechos humanos».
Además, García considera que “la presidenta Añez actuó de manera irresponsable y el gobierno de Chile ha hecho oídos sordos a esta realidad que es triste; es una tragedia humanitaria”.
El alcalde chileno también expuso cómo las personas que ingresan mediante vuelos internacionales si son recibidas en Bolivia, por lo que señala de selectivo el ingreso al país vecino.
Entre los bolivianos que esperan ingresar a su país desde el campamento de «Tata Santiago» se encuentran 14 mujeres embarazadas, 18 menores de edad y 30 adultos mayores.
Sin embargo, el alcalde de Colchane declaró que siguen llegando bolivianos y bolivianas al paso fronterizo.