El gobierno español está trabajando en un plan que prevé la próxima temporada de verano sin turistas extranjeros debido a la propagación del nuevo coronavirus. Esto fue informado el jueves por el periódico ABC.
Según el medio, este escenario implica el cierre total o parcial de las fronteras del país. En este caso, las autoridades del reino tienen la intención de contribuir al desarrollo del turismo interno. El gobierno también planea estudiar recomendaciones de expertos para limitar el número de personas que pueden estar en las playas al mismo tiempo. Las autoridades del país han tratado de evitar la «segunda ola epidemiológica» de coronavirus desde septiembre, que no está descartada por los profesionales de la salud.
Al mismo tiempo, el Gabinete ya está trabajando en una campaña para desarrollar el turismo interno, sujeto a garantizar la seguridad de los ciudadanos durante las vacaciones de verano. A su vez, el negocio hotelero y el sector de la aviación creen que la próxima temporada no traerá muchas ganancias, dadas las restricciones de los gobiernos europeos con respecto al tráfico aéreo. Además, el sector turístico cree que la demanda de viajes a España disminuirá incluso después del levantamiento de las restricciones, ya que muchos invitados del extranjero lo pensarán dos veces antes de ir a un país que se ha convertido en uno de los centros de la pandemia en Europa.
En el 2019, más de 83,7 millones de turistas extranjeros visitaron España, lo que fue un récord para el país. Esta cifra es 1.1% más alta que la marca del 2018. Los gastos totales de los huéspedes extranjeros durante el año pasado alcanzaron los 92.200 millones de euros, un 2,8% más que en el 2018.
El primer caso de infección por coronavirus en España se registró el 31 de enero, el número de personas infectadas comenzó a aumentar considerablemente después de que se detectó un brote local en Italia. En total, se encontraron casi 147 mil pacientes en el reino, murieron 14.555 personas. Para contener la pandemia en España, se introdujo un régimen de alerta alta, que prevé restricciones a la circulación entre la población. Cafés cerrados, bares, parques, playas, instituciones educativas e instalaciones de entretenimiento.