El secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, acusó indirectamente a China de no ser transparente y honesto sobre la pandemia de coronavirus en el país, que no informó la muerte por la enfermedad por primera vez desde que comenzó el brote.
En una conferencia de prensa en el Departamento de Estado de EE. UU., Pompeo dijo que todos los países deben proporcionar datos precisos y oportunos para ayudar al mundo a aprender más sobre COVID-19. No mencionó a China por su nombre y evitó la dura retórica que ha usado recientemente.
«Cada nación, sea o no una democracia, tiene que compartir esta información de manera transparente, abierta y eficiente», dijo.
El principal diplomático estadounidense acusó previamente a China de encubrir la magnitud del brote en los primeros días y de no compartir datos precisos. Pekín insiste en que ha sido transparente sobre la pandemia y ha criticado duramente a los funcionarios estadounidenses que ponen en duda eso.
Trump acusó el martes a la Organización Mundial de la Salud (OMS) de estar «centrada en China» y dijo que bloquearía temporalmente los fondos de Estados Unidos para la organización de salud de la ONU con sede en Ginebra.
«La OMS realmente lo arruinó», dijo Trump en una publicación de Twitter. «Por alguna razón, financiado en gran parte por los Estados Unidos, pero muy centrado en China».
Trump ha culpado a China por la pandemia mundial, utilizando repetidamente el término «virus chino» a pesar de las críticas de que es racista y anti-chino.
El lunes, China no reportó muertes por coronavirus por primera vez desde que comenzó el brote y una caída en los nuevos casos, pero una ciudad del norte comenzó a restringir el movimiento de sus residentes en medio de la preocupación de una segunda ola de infecciones en el país.
Si bien China ha logrado reducir su epidemia de coronavirus, las medidas extremas para contenerlo han causado un gran impacto en su economía e interacciones sociales.
El brote de coronavirus, que comenzó en Wuhan, China, ha infectado a más de 1.4 millones de personas, matando a más de 82,000 de ellas y causando estragos en la economía global a medida que los gobiernos impusieron bloqueos para frenar su propagación.
Según las cifras oficiales, más de 50,000 personas en Wuhan fueron infectadas y más de 2,500 de ellas murieron, alrededor del 80% de todas las muertes en China.
Hasta el 8 de abril, más de 398,000 personas han sido confirmadas con el coronavirus en los Estados Unidos, con casi 13,000 muertes, según un recuento de Reuters.
Estados Unidos tiene, con mucho, los casos más conocidos de COVID-19 con casi el doble que España e Italia, pero menos muertes que en las dos naciones europeas más afectadas.