La Unión Europea espera que Estados Unidos alivie las sanciones contra Irán para permitir que el país maneje las consecuencias de la crisis del COVID-19. En un gesto de apoyo, el presidente francés, Emmanuel Macron, hizo una llamada telefónica a su homólogo iraní, Hassan Rouhani, el 7 de abril. La UE pidió anteriormente la eliminación de las sanciones contra Siria, Venezuela, Irán y la República Popular y Democrática de Corea para proporcionarles asistencia médica y ayuda humanitaria. Esto puede ser una buena señal para los reformistas entre la élite iraní que promueven un acercamiento con Occidente, escribe Nezavisimaya Gazeta.
«El coronavirus ha asestado un duro golpe a la administración del presidente Rouhani y sus partidarios. Desde el principio, se hizo evidente que el gobierno estaba confundido. La administración fue bombardeada con críticas de todos los lados. En algún momento, los militares trataron de tomar la iniciativa, expresando su determinación de restablecer el orden», señaló el experto sobre Irán del Consejo de Asuntos Internacionales de Rusia, Nikita Smagin..
Las declaraciones de los militares dieron razones para creer que seguirían cambios drásticos, pero no pasó nada.
«El gobierno se recuperó y comenzó a actuar de una manera más decisiva», señaló Smagin.
«Recientemente han surgido signos de algún tipo de reconciliación. La intensidad de las críticas de los conservadores contra el gobierno de Rouhani ha disminuido. De hecho, las fuerzas nacionales se están uniendo a medida que el mundo atraviesa una crisis. Sin embargo, está claro que Rouhani y su administración ha sufrido el mayor daño de la situación», enfatizó el experto, y agregó que es probable que la sociedad muestre una fuerte reacción a la crisis.