El sábado, el embajador de Irán en Bélgica, Gholamhossein Dehghani, subrayó que las sanciones anti-iraníes de Estados Unidos «socavan la capacidad de Teherán de combatir eficazmente el virus a largo plazo sin apoyo internacional».
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Mousavi, instó a Washington a que elimine sus sanciones «ilegales» contra Teherán en medio de la actual pandemia de COVID-19.
«Irán nunca ha pedido y no le pedirá a Estados Unidos que ayude a Teherán en su lucha contra el brote», agregó, y acusó a Estados Unidos de «tratar de obligar a Teherán a aceptar negociaciones con Estados Unidos».
La declaración se produce después de que el embajador iraní en Bélgica, Gholamhossein Dehghani, escribió en una carta al jefe de política exterior de la UE, Josep Borrell, la semana pasada que las sanciones de Estados Unidos están obstaculizando drásticamente la capacidad de Irán para combatir la propagación de COVID-19, que ya ha matado a más de 3.000 personas en el país.
«Las sanciones unilaterales e ilegales de Estados Unidos impuestas a Irán bajo el pretexto de la campaña de máxima presión socavan la capacidad de Irán de combatir eficazmente el virus a largo plazo sin apoyo internacional», decía la carta.
La carta siguió al presidente iraní Hassan Rouhani elogiando el mes pasado los esfuerzos de la República Islámica para combatir el coronavirus frente a las sanciones de Estados Unidos.
«Todos los países del mundo están actualmente luchando con el virus, pero nuestra situación es diferente a la de ellos», dijo. «Las capacidades y medidas tomadas por el gobierno para combatir el coronavirus frente a la presión máxima de Estados Unidos y los impactos inhumanos de las sanciones ya son notables, incluso en comparación con las medidas adoptadas por otros países «, señaló.
Rouhani enfatizó que las renovadas sanciones de Estados Unidos a la República Islámica «han causado alrededor de $ 200 mil millones en daños directos a la economía iraní en menos de dos años».
A mediados de 2018, EE. UU. Volvió a imponer sanciones económicas paralizantes a Irán que fueron eximidas en virtud del acuerdo nuclear de Irán de 2015, después de acusar a Teherán de violar lo que también se conoce como el Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA).