Por sucia ambición electoral Washington culpa de la pandemia a Beijing

Beijing supuestamente ocultó el alcance del brote de coronavirus en China y restó importancia al número de muertos, privando al mundo de la oportunidad de tomar medidas de protección con prontitud, según un informe de inteligencia entregado a la Casa Blanca. Según los expertos, los datos recientes sobre el número de infecciones y muertes en los Estados Unidos han dejado en claro que la pandemia de coronavirus ha afectado al país más que a China, lo que está haciendo que Washington intensifique su guerra de propaganda, señala Nezavisimaya Gazeta.

Mientras tanto, según los medios de comunicación occidentales, los diplomáticos chinos no van a evitar la retórica dura en los debates con opositores extranjeros después de que el líder de China, Xi Jinping, les haya ordenado mostrar más espíritu de lucha. Existe una percepción generalizada entre la gente común en China de que Estados Unidos busca evitar que crezca el poder de su país. Entonces, cuando los diplomáticos reprenden a los Estados Unidos por cuestiones como el coronavirus y las protestas de Hong Kong, resuena con los chinos.

Vladimir Batyuk, Jefe de Investigación Asociado en el Instituto de la Academia de Ciencias de Rusia para los Estudios de Estados Unidos y Canadá, cree que el bombardeo de información de Washington contra Beijing está directamente relacionado con la campaña electoral presidencial estadounidense. El coronavirus lo ha destrozado todo. Hasta hace poco, pocos dudaban de que Donald Trump fuera el triunfante. Pero la epidemia lo ha puesto en una posición de zugzwang, donde, como en el juego de ajedrez, cada próximo movimiento empeora las cosas. Si Trump continúa poniéndose al virus, las regiones más pobladas de los EE.UU. tendrán que enfrentar un cierre de emergencia, lo que supondrá un duro golpe para la economía. En la situación de crisis económica, el presidente en ejercicio tendrá pocas posibilidades de ser reelegido elegido.

También hay otra opción. Trump puede decir que el país tiene suficiente cierre de emergencia y necesita volver a trabajar. Ya lo dijo el 24 de marzo, pero tuvo que retomar sus palabras más tarde porque dejar la epidemia sin contenerlo habría tenido consecuencias terribles y también habría socavado sus posibilidades de reelección. Es por eso que un intento de culpar a China o a otra persona parece completamente comprensible, ya que encaja con la lógica de la carrera electoral, enfatizó el experto.

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