El gobierno de Ecuador dijo el jueves que estaba construyendo un «campamento especial» para víctimas de coronavirus en la ciudad más grande del país, Guayaquil, donde un brote mató a más de 80 personas, y muchos cuerpos quedaron en casa durante días.
El presidente Lenin Moreno dijo que el total oficial de 120 muertes en todo el país andino, entre los más altos en América Latina, fue «corto», ya que las autoridades no pudieron mantenerse al día con la propagación del virus.
«La realidad siempre excede el número de pruebas y la velocidad con la que podemos actuar», dijo Moreno en comentarios televisados.
Una unidad de policías y soldados, encargados de enterrar a las víctimas del coronavirus, ahora recolectaba hasta 150 cuerpos por día de hogares en Guayaquil, en comparación con 30 hace varios días, dijo Moreno.
Los residentes en Guayaquil se han quejado de que no tienen forma de deshacerse de los restos de familiares debido a las estrictas medidas de cuarentena y toque de queda diseñadas para prevenir la propagación del virus. La semana pasada, las autoridades dijeron que habían retirado 100 cadáveres de las casas en la ciudad portuaria.
Varios lugareños han recurrido a las redes sociales para pedir ayuda, publicando videos de familiares muertos que yacen en sus residencias. Otras familias dejaron cuerpos en la calle para que las autoridades los recogieran.
Moreno dijo que el gobierno esperaba que el número total de muertes en la provincia de Guayas, en los alrededores de Guayaquil, donde viven 3.8 millones de ecuatorianos, llegue a entre 2,500 y 3,500. «Estamos construyendo un campamento especial para los caídos», dijo.
Los hospitales de Guayaquil están sobrecargados de pacientes que luchan por respirar y un número creciente de trabajadores de la salud también se están infectando, dijo Liliana Triana, directora de la escuela de enfermería de Guayas. El gobierno está reclutando urgentemente 700 nuevos médicos y enfermeras, principalmente en la ciudad.
«Estamos enviando un S.O.S. porque nuestras enfermeras están muriendo «, dijo Triana a Reuters, y agregó que tuvieron cinco muertes y 70 infecciones entre las filas de la escuela.