Riad ha sido objeto de un ataque con misiles por primera vez desde el verano del 2018. El sistema de defensa aérea de Arabia Saudita no pudo repeler el ataque llevado a cabo por los hutíes en su capital durante la noche hasta el 29 de marzo, dijeron a Izvestia fuentes cercanas a la situación. Los expertos creen que este ataque persiguió objetivos políticos más que militares. Los hutíes están flexionando sus músculos antes de las próximas conversaciones con Arabia Saudita y están probando si sus defensas aéreas están listas para repeler ataques masivos en las instalaciones de infraestructura del reino.
Fuentes de ambos lados comparten la opinión de que el ataque reciente no fue masivo y que los hutíes usaron solo varios misiles y casi una docena de drones. Los ataques anteriores fueron mucho más poderosos. Esto podría indicar que el objetivo de este ataque no era lograr un efecto militar máximo.
El experto militar Vladislav Shurygin dijo a Izvestia que los rebeldes yemeníes últimamente han obtenido acceso a misiles balísticos más avanzados.
El vicepresidente de la Academia de Problemas Geopolíticos, coronel Vladimir Anokhin, dijo al periódico que, por un lado, los ataques de los hutíes parecen ser un movimiento arriesgado, pero por otro lado, este es un paso bastante bien pensado. «Las tensiones entre los rebeldes y los sauditas han ido en aumento y esto debería haberse solucionado», subrayó. «En medio de la pandemia de coronavirus, Arabia Saudita enfrenta problemas en el mercado energético y Europa y Estados Unidos se han negado a comprar su petróleo incluso a precios más bajos», señaló.
Según el experto, ahora Riad se enfrenta a una situación económica desafiante, por lo que la actividad militar no es una prioridad para Riad en el futuro cercano. Los hutíes se están aprovechando de esta situación. Los sauditas no pueden luchar en dos frentes (económico y militar) al mismo tiempo. Por lo tanto, los rebeldes han intensificado su actividad. Pero es difícil predecir el resultado, señaló Anokhin.