La pandemia de COVID-19 ha abrumado la infraestructura de salud de muchos países de todo el mundo. Desesperados por contener el brote, los países más afectados, incluso los estados miembros de la OTAN, han pedido ayuda médica experta de China, Cuba y Rusia.
La situación, cuando el llamado mundo occidental «unido y democrático» tiene que pedir ayuda a los «estados no democráticos» sorprendentemente efectivos (como siempre), provocó una indignación entre los principales medios de comunicación, los think tanks pro OTAN y la propaganda occidental en general.
Las estructuras afiliadas a la OTAN y las fuentes anónimas ya comenzaron a difundir informes de que la ayuda rusa a gran escala a Italia «no es efectiva» y Moscú solo está persiguiendo «objetivos políticos». Los mismos medios de comunicación están alimentando la histeria anti-china y la discriminación por la campaña de Estados Unidos para etiquetar a COVID-19 como un «virus chino», culparla por el brote y demandarla por las propias fallas de Estados Unidos para contener la crisis (a pesar de esto, Beijing ofreció ayuda para Estados Unidos en la batalla contra el COVID-19).
Cuba, que desplegó más de 50 médicos en Italia y ayuda a muchos otros países a contener la propagación del brote de COVID-19, también se convirtió en un objetivo de la propaganda occidental.
Según comentarios recientes de la representante del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zakharova, Washington está librando una guerra de información contra Cuba en un intento de demonizar sus esfuerzos humanitarios.
«Me gustaría recordar que de los muchos países del Caribe, incluidos los miembros de la Comunidad Británica de Naciones, solo Cuba acordó aceptar (a 40 km de la capital) el buque de línea británico MS BRAEMAR el 18 y 19 de marzo, que tuvo cinco casos confirmados de la infección por el COVID-19 a bordo, 52 personas con síntomas de esta enfermedad. Como resultado de esta operación humanitaria, más de 1,000 pasajeros y miembros de la tripulación fueron enviados al Reino Unido.
Consciente de todos los riesgos para sus ciudadanos, La Habana respondió al pedido de ayuda de Italia, enviando 52 médicos a la región de Lombardía. Además, los médicos cubanos ya están salvando vidas en Venezuela, Granada, Nicaragua, El Salvador, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, Surinam y Jamaica. Hay entregas continuas de medicamentos de eficacia comprobada, en particular en China, incluido el producido en Cuba, «Interferón Alfa 2-B».
Zakharova agregó que desafortunadamente «no todos se distinguen por cualidades tan nobles y realizan acciones tan dignas».
“No enumeraré todas las acusaciones contra Cuba de parte de Washington por el hecho de que Cuba suministra ayuda humanitaria porque no es digno de reiterarlo todo. Esto es humillante para los propios autores. Está claro que alguien dejó un regusto desagradable por la gratitud expresada por el Gobierno británico por salvar a la gente. Aunque es extraño para la humanidad del siglo XXI. Como por orden, desde la capital, los principales medios de comunicación estadounidenses decidieron ignorar este evento por unanimidad, sin mencionar la ayuda brindada por los cubanos a sus vecinos.
Desafortunadamente, en cualquier situación hay héroes y antihéroes. Hoy los vemos. Parece que realmente vivimos en el período que se ha descrito en muchas películas. En estos días, a menudo recuerdo la frase: «todo fuera de las sombras».
Una vez más, le instamos a cambiar de opinión y ponerse del lado de la unidad de toda la humanidad frente a la inminente amenaza común. Le instamos a que piensen nuevamente en aquellos que, en esta difícil situación global, están tratando de trabajar «menos», están intentando de seguir una política de agresión y desestabilización».
Cabe señalar que el establishment de Washington no está solo en un intento de sacrificar la vida de las personas por sus propios intereses políticos. El 28 de marzo, el presidente francés Emmanuel Macron pidió a Europa que no sobreestime la ayuda de «países equivocados» como China y Rusia. En cambio, propuso prestar más atención a la ayuda de Alemania y Francia.
«Se habla mucho de la ayuda china o rusa, pero ¿por qué no decimos que Francia y Alemania han entregado 2 millones de máscaras y decenas de miles de vestidos a Italia?», dijo Macron. «No es suficiente, pero esto es solo un comienzo y no debemos dejarnos embriagar con lo que dicen nuestros socios y competidores internacionales».
Así que Macron propuso ignorar las columnas de equipos médicos rusos y especialistas militares, médicos cubanos y médicos y ayuda chinos enviados a Italia, y prestar más atención a las «máscaras» de Francia. ¿Realmente creía que distorsionar los hechos de los medios a favor del establishment euroatlántico ayudará a los italianos comunes a sobrevivir la pandemia?