Moscú instó a los funcionarios afganos y a los talibanes (prohibidos en la Federación de Rusia) a sentarse a la mesa de negociación, revivir el alto el fuego e intercambiar prisioneros, dijo el enviado presidencial ruso a Afganistán, Zamir Kabulov, a Izvestia. Sin embargo, señaló que Rusia no tiene planes de organizar una nueva reunión inter afgana. Los participantes deben ponerse de acuerdo por su cuenta, sin la ayuda de terceros países.
«En este momento, no tenemos planes de reanudar el diálogo entre Afganistán, ya que abogamos por el inicio de negociaciones, no por el diálogo. El diálogo es una conversación entre personas sin una decisión, pero las negociaciones ya son un proceso político que conduce a una decisión que llamamos reconciliación nacional», explicó Kabulov a Izvestia.
Moscú no debería llevar a cabo negociaciones, deberían ser iniciadas por los talibanes en Afganistán y los representantes de Kabul, especificó Kabulov.
«Apoyamos el inicio de negociaciones lo antes posible entre el movimiento talibán y los representantes de la delegación afgana, que pueden incluir miembros de la administración actual, cuya legitimidad, por cierto, es reconocida no solo por los talibanes, sino también por la oposición», agregó Kabulov.
Mientras tanto, un experto entrevistado por el periódico admitió que el acuerdo entre Estados Unidos y los extremistas talibanes sobre el intercambio de prisioneros es un fiasco, en gran parte porque los emisarios de Kabul no fueron invitados a las negociaciones.
Rusia tiene un gran potencial para reanudar las negociaciones entre afganos, ya que casi todos los actores del conflicto se reunieron en Moscú en febrero pasado, dijo a Izvestia el director del Centro de Estudios Afganos Contemporáneos, Omar Nessar. El experto señaló que lo que los estadounidenses llaman con orgullo el lanzamiento del proceso de negociación entre varios grupos en Afganistán es en realidad la continuación de la iniciativa de Moscú, ya que la primera ronda de la reunión tuvo lugar en Moscú.