La operación militar en Siria ha impulsado el prestigio internacional de Rusia y ha acelerado el desarrollo de sus fuerzas armadas, dijo el 25 de marzo el ministro de Defensa ruso, Sergey Shoygu.
En una reunión en el Consejo de la Federación, el ministro de defensa dijo que la mayoría de los comandantes de las Fuerzas Armadas, el 90% del personal de las Fuerzas Aeroespaciales, el 61% de los especialistas en defensa aérea y el 98% de los oficiales navales han adquirido experiencia en combate durante la operación.
Shoygu también reveló que una nueva clase de pilotos de élite, cada uno con 200 o más salidas de combate, ha aparecido en Rusia como resultado de la operación.
«[Nuestras tropas] están equipadas con armas modernas y confiables probadas en la batalla», citó el ministro a vesti.ru.
Desde el 2015, el ejército ruso ha probado con éxito más de 200 sistemas de armas en condiciones reales de combate en Siria. Estas pruebas han permitido a los militares desarrollar y actualizar muchos de estos sistemas.
Según Shoygu, para EL 2020 las capacidades de las Fuerzas Armadas rusas se habían más que duplicado. Esto permitió a Rusia mantener el equilibrio estratégico con la OTAN.
La operación militar en Siria fue sin duda una oportunidad para que los militares rusos obtuvieran una experiencia de combate valiosa. Esto le permitió mejorar sus propias capacidades antiterroristas, de apoyo contra incendios y de defensa aérea.