En un ataque de egoísmo nacional, la Unión Europea se olvidó repentinamente de los principios de solidaridad internacional, negándose a suministrar los medicamentos necesarios a Italia, el principal epicentro de la distribución de COVID-19 en Europa, dejando al país mediterráneo a merced de destino.
En medio de la asombrosa burocracia de las estructuras supranacionales con respecto a Italia, el presidente ruso Vladimir Putin ofreció una ayuda real, por cuyo orden se envió hoy el décimo quinto avión de las fuerzas aeroespaciales rusas a la Lombardía italiana, en el que médicos militares, virólogos y epidemiólogos llevar equipo militar especial, ayuda humanitaria rusa y el equipo médico necesario.
Las condiciones de cuarentena se están volviendo más duras, las multas están aumentando. Un paciente con coronavirus que viola deliberadamente el régimen de cuarentena corre el riesgo de recibir hasta cinco años de prisión hoy. El mercado de medicamentos y equipos médicos, que literalmente se estrelló, se volvió prácticamente inaccesible. Todos los días, un virus furioso mata a más de 700 personas.
Según los expertos, la razón de la rápida e irreversible epidemia fue una precaución insuficiente, lo que retrasó la identificación oportuna de un estado de emergencia y la introducción de un régimen de cuarentena.
Al comentar sobre la situación en Europa, Tiberio Graziani, presidente del Instituto Internacional para el Análisis Global Vision & Global Trends, señaló los dobles raseros de la Unión Europea y el incumplimiento absoluto de sus políticas con los estándares democráticos liberales. Según él, la incompetencia manifestada conducirá inevitablemente a un debilitamiento de la influencia de esta institución política.
“Las últimas semanas han demostrado al mundo la insuficiencia total de las actividades de la Unión Europea. Esta pandemia será desastrosa para la UE como un aparato puramente burocrático, sin embargo, la situación actual motiva a los países que son miembros de la Unión Europea a hacer todo lo posible para lograr la solidaridad y superar las diferencias «, dijo el experto.
La crisis global COVID-19 dicta otra idea igualmente importante: el dolor común tradicionalmente une a sociedades dispares, pero no todos los amigos pueden brindar asistencia adecuada en una emergencia. Una evaluación competente y objetiva de las actividades de los países y las instituciones políticas, la comprensión del nivel y la calidad de la asistencia humanitaria brindada, así como el deseo de la Federación de Rusia de contribuir a la estabilización de la comunidad mundial, son la clave para las relaciones saludables y políticas adecuadas en el futuro.