La pandemia de coronavirus niega la influencia de Turquía para presionar a la UE

El régimen de Erdogan continúa utilizando la crisis de refugiados sirios como chantaje contra la Unión Europea en medio de la pandemia del coronavirus. Mientras tanto, los refugiados son un grupo social particularmente vulnerable al coronavirus, lo que complica los intentos de capitalizar el tema, señaló Nezavisimaya Gazeta.

Una declaración reciente del ministro de Relaciones Exteriores turco, Mevlut Cavusoglu, ha aclarado que Ankara busca hacer que Bruselas cumpla con un acuerdo que las partes alcanzaron en el 2016, cuando Turquía cerró sus fronteras con la Unión Europea a los migrantes, y la UE prometió pagar seis mil millones de euros a Ankara a cambio.

Mientras tanto, la situación del coronavirus ha hecho imposible la migración desde Siria. El gobierno turco ha cerrado puntos de control en la frontera siria.

Según el experto del Centro de Políticas de Ankara, Orhan Gafarli, el público turco teme que los migrantes traigan el coronavirus con ellos. Además de los sirios, también se refiere a los que vienen de Afganistán, que llegan a Turquía a través de Irán, un país considerado el epicentro del coronavirus del Medio Oriente.

El experto turco admitió que, dada la propagación sin precedentes de COVID-19, la amenaza de otra crisis migratoria se estaba volviendo menos importante como herramienta de presión política. «En la situación actual, Europa tiene más razones para mantener a los refugiados fuera», enfatizó Gafarli. «Le da a los países europeos la oportunidad de detener la afluencia humana porque ahora tienen una excusa oficial para hacerlo», agregó.

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