La caída de los precios del petróleo ha impactado a todos los principales productores de petróleo. La pregunta es quién será el primero en rendirse poniéndose a merced de «socios» más pacientes, escribe Nezaivismaya Gazeta. Mientras tanto, la decisión de Rusia de rechazar la propuesta de Arabia Saudita de recortar aún más la producción prácticamente ha suspendido la revolución de esquisto de Estados Unidos.
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, dijo anteriormente que la caída de los precios del petróleo era buena para los consumidores. Al mismo tiempo, admitió que precios tan bajos eran peligrosos para toda la industria estadounidense. La administración Trump dijo recientemente que estaba considerando intervenir en el enfrentamiento de los precios del petróleo entre Arabia Saudita y Rusia en el momento adecuado. A juzgar por la reacción de la industria del esquisto de EE.UU., el «momento adecuado» ha llegado.
El hecho de que los productores de petróleo estadounidenses hayan comenzado a hablar sobre la posible participación en una reducción coordinada de la producción es indicativo, según el periódico, cita a Stanislav Mitrakhovich, un experto del Fondo Nacional de Seguridad Energética.
«Anteriormente, era difícil imaginar eso. Los estadounidenses siempre se vieron a sí mismos como un actorr fuerte y alentaron a otros a reducir la producción, pero no querían hacerlo ellos mismos. Además, Estados Unidos tiene muchas compañías petroleras pequeñas y medianas que son difícil de persuadir para unirse al cartel. Dicho esto, la participación de los Estados Unidos en recortes coordinados en la producción mundial todavía no parece ser un escenario garantizado, aunque no tan increíble como parecía hace unos meses», explicó el experto.