La implementación del acuerdo ruso-turco sobre Idlib ha sido saboteada por los grupos radicales extremistas. La zona de seguridad a lo largo de la autopista M4 sigue siendo una mera formalidad en el papel, mientras que, de hecho, el área sigue en manos de grupos terroristas vinculados a Al Qaeda: Hayat Tahrir al-Sham, el Partido Islámico de Turquestán y sus aliados.
Además, la situación está empeorando con más y más grupos extremistas que no solo declaran que rechazan el acuerdo de la zona de seguridad, sino que amenazan directamente a las fuerzas rusas que deberían realizar patrullas con los militares turcos allí.
En estas condiciones, el Ejército sirio y las Fuerzas de Defensa Nacional han comenzado a desplegar refuerzos en el sur de Idlib y el norte de Lataquia, preparándose para una nueva ronda de escalada en la región. Según fuentes progubernamentales, la ciudad de Jisr al-Shughur, el bastión de los terroristas del el Partido Islámico de Turquestán, se convertirá en el próximo objetivo de la operación.
Jisr al-Shughur se encuentra justo en la autopista M4. Entonces, si las fuerzas gubernamentales pueden asediarlo y capturarlo, tendrán la oportunidad de implementar el acuerdo de zona segura por sí mismos.