La penetración del COVID-19 en la Unión Económica Euroasiática (UEEA) está probando la fuerza de la alianza. Rusia cerró sus fronteras, Kazajstán y Armenia impusieron un estado de emergencia, y Bielorrusia y Kirguistán están en aislamiento. La comunicación entre los países que son miembros de la UEEA ha sido prácticamente interrumpida. Según Nezavisimaya Gazeta, el corte en los lazos es un duro golpe para los procesos de integración y está haciendo retroceder a la Unión Económica Euroasiática.
«La situación afecta negativamente a la UEEA. En primer lugar, está surgiendo el egoísmo nacional. En tiempos de agitación económica, los estados actúan con menos respeto por los demás por su propia supervivencia. Esto perjudica a cualquier unión, y la Unión Económica Euroasiática no es una excepción», dijo Alexander Vorobyov, investigador asociado en el Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de Rusia.
El asesor del Primer Ministro de Kirguistán, Kubatbek Rakhimov, está de acuerdo en que la situación es alarmante. «Como lo ha demostrado la experiencia de la UE, todas las asociaciones de integración corren el riesgo de una desintegración relativa en unos días, cuando las fronteras están cerradas y el movimiento de personas y mercancías es limitado. Al menos tres sectores se ven automáticamente afectados: transporte, turismo y el mercado laboral. Las restricciones que Moscú y Nur-Sultan han impuesto ahora afectarán a los trabajadores de Kirguistán y de países vecinos como Uzbekistán y Tayikistán», dijo a Nezavisimaya Gazeta.
La crisis tiene dos caras: epidemiológica y económica, y hace posible repensar muchos enfoques para la integración euroasiática. Según Rakhimov, podría ser posible coordinar más estrechamente las actividades a nivel de la Comisión Económica Euroasiática para elaborar un mecanismo general para una interacción más estrecha.
La situación se ve agravada por la caída de los precios del petróleo y la posterior devaluación del rublo ruso, una moneda clave en la UEEA. El proceso de devaluación de las monedas nacionales ha comenzado en otros países de la UEEA, lo que afectará el desempeño del dólar. Los volúmenes comerciales entre los países de la Unión Económica Euroasiática caerán en términos de dólares, aunque en términos físicos pueden no cambiar mucho.
El experto en Asia Central y Medio Oriente, Alexander Knyazev, le dijo al periódico que la ruptura de los lazos es un duro golpe para los procesos de globalización, que lo arrojó muy atrás. «Sin embargo, la Unión Económica Euroasiática apenas vale la pena considerarla en un contexto especial. La interrupción está ocurriendo en la UE y en todas las asociaciones de integración», dijo el experto.