Industria petrolera un pilar de la soberanía de México


Un día como hoy, 18 de marzo, pero de 1938, el presidente de México, Lázaro Cárdenas, anunció la expropiación de la industria petrolera.

La llegada de Andrés Manuel López Obrador a la Presidencia de México, el 1 de diciembre de 2018, significó la recuperación del control de la industria petrolera a manos del Estado, para convertirla en una nueva empresa productiva, centro de la soberanía nacional.

Luego de una fallida reforma energética, que en los hechos representaba una privatización parcial de la producción y distribución del hidrocarburo, el Gobierno mexicano presentó un plan para recuperar a Petróleos Mexicanos (Pemex).

Pemex la industria mexicana por excelencia había sido víctima de numerosos casos de corrupción en anteriores administraciones que habían mermado sus ganancias además de la baja en la producción del energético por la falta de modernización y gestiones erronéas.

México como país productor de petróleo nacionalizó su industria en 1938 bajo el Gobierno del presidente de Lázaro Cárdenas (1934 — 1940), luego que la explotación del recurso energético estaba en manos de empresas extranjeras.

Para consolidar la expropiación, en agosto del 1938 Cárdenas mandó una iniciativa de reforma constitucional, lograda en noviembre de 1940, para constituir un monopolio de Estado y crear una empresa estatal.

Ello sentaría las bases de Petróleos Mexicanos (Pemex), que durante casi ochenta años fue la encargada de la producción de hidrocarburos en el país.

Este hecho significó un cambio trascendente para la economía nacional, facilitó el crecimiento en la producción de la industria energética, de manufactura y construcción, abriendo el camino a un periodo de la historia conocido como “el milagro mexicano”.

El crecimiento económico fue en promedio de 7.3 por ciento anual y permitió una mejor calidad de vida para la población mexicana, pero también la nacionalización significó un acto de gran trascendencia para refrendar la soberanía nacional.

Soberanía nacional e independencia de México
La decisión de nacionalizar la industria del petróleo fue en primer término una defensa de la Constitución, porque al tratarse de recursos propiedad de la nación representa la soberanía energética de México que no puede ser reducida, limitada o condicionada.

La exposición de motivos de la reforma del presidente Cárdenas al artículo 27 de la Constitución no deja lugar a duda.

El artículo 27 de la Constitución de 1917 establecía el derecho legal de la nación sobre los derechos indivi-duales, en particular sobre los de los extranjeros.

La finalidad era una nacionalización absoluta y no mutilada de los hidrocarburos, basada en el control de todas y cada una de las fases de la industria petrolera, que en ese momento era controladas por petroleras extranjeras.

El 18 de marzo de 1938, el presidente Cárdenas expropió la industria petrolera de México «por la causa del interés público y en favor de la nación».

En su discurso sobre la expropiación del petróleo, el general Lázaro Cardénas acusó a las corporaciones extranjeras de beneficiarse de la renta de la explotación de los recursos nacionales sin tener que dar nada a cambio.

«Es la misma soberanía de la nación, que quedaría expuesta a simples maniobras del capital extranjero, que olvidando que previamente se ha constituido en empresas mexicanas, bajo leyes mexicanas, pretende eludir los mandatos y las obligaciones que les imponen autoridades del propio país», indicó.

«Las mismas compañías buscaron: lesionar seriamente los intereses económicos de la nación, pretendiendo por este medio hacer nulas las determinaciones legales dictadas por las autoridades mexicanas», manifestó Cárdenas ante la rebelión que pretendía las empresas petroleras extranjeras.

En ese época, esas empresas se negaron a acatar una resolución de autoridades mexicanas para otorgar a los trabajadores del sector mejores condiciones laborales, después de que los empleados las demandaran y las autoridades judiciales obligaran a las firmas a pagar una compensación.

Como respuesta, el Gobierno mexicano anunció la expropiación petrolera, un momento que quedó marcado en la memoria colectiva de los mexicanos.

Ya en 1934, cuando Cárdenas era candidato a la Presidencia, abrazó el nacion-lismo económico agresivo. El capitalismo explotador, dijo, ha hecho de México una nación con una economía colonial ham-brienta y agobiada por un subsuelo despilfarrado y empobrecido.

«México debe tratar de conservar sus recursos naturales y estimular a la industria propia del país con el objeto de convertirse, de una economía colonial, en una economía nacional autosuficiente», sostuvo Cárdenas cuando ya era presidente en diciembre de 1934.

La historia del petróleo en México fue una historia de una disputa entre los intereses nacionales y los de las potencias extranjeras

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