Los terroristas apoyados por Turquía, que son contratados para luchar en el territorio sirio, realizaron una protesta por el retraso del pago de sus salarios.
De acuerdo con lo reportado el lunes por los medios locales, un grupo de milicianos del denominado Ejército Libre de Siria (ELS) se manifestaron en la ciudad de Tal Abyad en la provincia siria de Al-Raqa (norte) cerca de la frontera de Turquía.
Estos elementos terroristas exigieron el pago de su servicio en el marco de la operación militar a gran escala que Ankara llevó a cabo en el norte de Siria desde 2019.
En las imágenes de un vídeo publicado en las redes sociales se ve cómo los extremistas bloquean una carretera y queman neumáticos para impedir el tránsito de los vehículos a esta ciudad.
Los miembros del ELS, que en un principio, fueron equipados y organizados en Turquía para luchar contra el Gobierno sirio, presidido por Bashar al-Asad, tomaban parte de la ofensiva que lanzó Ankara en octubre pasado en las zonas norteñas del país árabe.
Turquía ha ido invadiendo diversos territorios pertenecientes a la República Siria en las zonas norteñas de este país desde su intervención militar de 2018 en la guerra siria, generando el contundente rechazo del Gobierno de Damasco que en reiteradas ocasiones ha resaltado el carácter ilegítimo de la presencia de fuerzas turcas en Siria.
Ankara proclama que su objetivo es hacer frente a las milicias kurdas. Por eso, ya ha lanzado operaciones militares en la ciudad siria de Afrin, en Alepo, y en la zona oriental del río Éufrates, en la provincia de Al-Raqa, y recientemente viene amenazado a Damasco con librar una ofensiva militar en Idlib si el Ejército sirio no frena sus ofensivas en dicha provincia.
Sin embargo, ante los avances y la determinación de las fuerzas sirias para recuperar la paz de su territorio, Ankara se enfrenta a un dolor de cabeza para evitar ser el gran perdedor de la batalla por el control de Idlib.
Siria intensifica ataques a terroristas proturcos en sur de Idlib
Concretar el alto el fuego que acordó con Rusia el 5 de marzo, le supuso al Gobierno de Recep Tayyip Erdogan una derrota después de su fracaso en obstaculizar la operación antiterrorista de Damasco, pese a su apoyo a las facciones terroristas y el despliegue de un mayor número de fuerzas en el noroeste sirio.