Los bombardeos del Reino Unido dentro del marco de la coalición estadounidense en Siria e Irak han acabado con la vida de varios civiles, según un informe.
La cadena británica BBC citó en una publicación el lunes a ciertas fuentes del Ejército de EE.UU., las cuales señalaron que hay evidencia “creíble” de que varios civiles iraquíes y sirios murieron en ataques de los aviones de combate de la Real Fuerza Aérea del Reino Unido (RAF, por sus siglas en inglés).
El medio reportó que la RAF ha utilizado más de 4400 bombas y misiles durante los cinco años de la participación del Reino Unido en la llamada coalición contra el grupo terrorista EIIL (Daesh, en árabe).
La ‘coalición’, encabezada por EE.UU., reconoció en febrero haber matado a 1370 civiles en Siria e Irak durante los últimos cinco años.
Esto mientras, según el balance ofrecido por el Alto Comisionado iraquí para los Derechos Humanos (IHCHR, por sus siglas en inglés), los bombardeos de la “coalición” anti-EIIL han dejado alrededor de 11 800 civiles muertos en Siria e Irak, incluidos 2300 niños y 1130 mujeres.
A pesar de que la RAF estuvo involucrada en tales ataques mortales, Londres ha refutado las acusaciones de ser responsable de muertes de civiles y hasta la fecha solo ha aceptado la responsabilidad de una sola víctima civil.
A mediados de 2019, el Ministerio de Defensa británico admitió desconocer el número de muertos en los ataques aéreos que lleva a cabo en Siria e Irak, so pretexto de luchar contra el terrorismo.
No obstante, el reporte de la BBC ofrece varias cifras, que según alega, corresponde a los civiles asesinados por el Reino Unido en Al-Raqa, Mosul y Deir Ezzor, entre otras partes de Siria e Irak. Teniendo en cuenta el informe del IHCHR, tales cifras podrían ser en realidad bastante más altas.
El Reino Unido inició el 3 de diciembre de 2015 el lanzamiento de bombardeos contra Siria, bajo el pretexto de atacar las posiciones terroristas, en medio de las críticas de la oposición y de miles de británicos.
La “coalición” anti-EIIL sigue sus ataques contra la población civil, pese a que tanto Irak como Siria cuestionan la efectividad de los bombardeos norteamericanos y piden el fin de la presencia militar de EE.UU. en sus respectivos territorios.