El 13 de marzo, un pequeño grupo de partidarios y activistas de una agónica y derrotada oposición se reunieron en la carretera M4 en Siria para protestar contra los planes de Rusia y Turquía para reabrirla.
Activistas de la oposición habían convocado una sentada para bloquear la carretera cerca del poblado de Arihah, en el campo sureño de la provincia siria de Idlib.
Los activistas dijeron que su objetivo es sabotear el reciente acuerdo ruso-turco sobre Idlib. El acuerdo se finalizó en una reunión entre el presidente de Rusia, Vladimir Putin, y su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, en Moscú el 5 de marzo.
Los “manifestantes” planean evitar que las fuerzas rusas y turcas realicen una patrulla conjunta en el M4 el 15 de marzo. La patrulla conjunta es un término clave del acuerdo ruso-turco.
El grupo terrorista Hay’at Tahrir al-Sham (HTS), afiliado a Al Qaeda, rechazó el acuerdo y se negó a cumplirlo. Los activistas de la oposición dijeron que todos los demás grupos en el M4 tampoco cumplirán con el acuerdo.
Las autoridades sirias ya han hecho los preparativos para reabrir el M4, que une la ciudad de Alepo con la ciudad de Lataquia en la costa.
La protesta sobre el M4 y la posición de los extremistas sobre el acuerdo ruso-turco indican que las patrullas conjuntas podrían enfrentar algunas amenazas serias.