La recesión económica mundial terminará, pero no todos los productores de petróleo estadounidenses podrán sobrevivir.
Esto fue informado por The Hill.
Según los informes de los medios, ahora solo la suerte puede salvar a la industria del esquisto de EE.UU., que sufrió el golpe más catastrófico debido a un colapso en los precios del petróleo. La publicación compara la situación con Armagedón, dado que, luego del costo de las materias primas, las acciones de las compañías mineras también colapsaron, hasta en un 50 por ciento.
A primera vista, parece que la epidemia de coronavirus y la decisión de Rusia de no reducir la producción de petróleo se convirtió en una sentencia para la industria del esquisto estadounidense. Sin embargo, la amenaza se cernía sobre este segmento durante mucho tiempo. Por lo tanto, los precios del petróleo disminuyeron metódicamente «debido al exceso de oferta y una desaceleración en el crecimiento económico mundial». La creciente popularidad de las fuentes alternativas de energía también desempeñó un papel importante. Sin embargo, como señala el autor del artículo, Arabia Saudita dio un golpe decisivo al esquisto estadounidense y decidió «ahogar» al mundo en su propio petróleo barato.
Por lo tanto, Riad intentó una vez más expulsar a Estados Unidos del mercado energético mundial, explica la publicación. Esto ya sucedió en el 2014. Luego la campaña falló, y el autor espera que los sauditas vuelvan a fallar.
Para esto, la industria petrolera estadounidense debe extenderse a la victoria sobre el coronavirus. Además, la Administración de Información de Energía de EE.UU. predice un aumento del 50% en el consumo mundial de energía en los próximos treinta años. Sin embargo, incluso con perspectivas tan alentadoras, el sector de esquisto de EE.UU. tendrá que sobrevivir al desastre que conllevará despidos masivos y una reducción de los ingresos fiscales al presupuesto de EE.UU.