Boris Johnson está preparándose para la rebelión parlamentaria que quiere prohibir a Huawei del proyecto de la red 5G


Un grupo de parlamentarios conservadores ha presentado una enmienda que, de tener éxito, bloquearía a Huawei de las redes de banda ancha móvil de próxima generación de Gran Bretaña en tres años a pesar de la decisión anterior del gobierno de permitirle participar.

El primer desafío de Boris Johnson en el Parlamento después de la victoria de enero se centrará en Huawei.

Varios parlamentarios conservadores, liderados por el ex líder del partido Iain Duncan Smith, están tratando de cerrar la compañía de telecomunicaciones china fuera del mercado 5G de Gran Bretaña.

El grupo, que también incluye a los ex ministros del gabinete Damian Green y David Davis, tratará de enmendar el proyecto de ley de infraestructura de telecomunicaciones (propiedad arrendada). Está programado para una tercera lectura más tarde en el día.

Su enmienda al proyecto de ley empuja a las empresas consideradas como «vendedores de alto riesgo» por el Centro Nacional de Seguridad Cibernética (NCSC) para que se les prohíba la infraestructura 5G a fines de 2022.

Los parlamentarios dijeron que esperan que hasta 30 conservadores respalden la enmienda. El partido tiene una mayoría de 80 escaños, lo que significa que es poco probable que dicha moción tenga éxito incluso si todos los legisladores de la oposición la respaldan.

Aún así, parece que la inminente revuelta ha causado preocupación en 10 Downing Street, que según los informes organizó una sesión informativa para los parlamentarios por expertos de NCSC para tratar de persuadirlos de que Huawei no representa ningún riesgo de seguridad.

En enero, el gobierno de Johnson decidió permitir que Huawei suministre partes «no centrales» de redes 5G (por ejemplo, estaciones base y antenas, pero no subredes y servidores informáticos que enrutan datos). La decisión también limitó la cuota de mercado de Huawei de esa infraestructura «no central» al 35 por ciento y clasificó a la empresa como un proveedor de «alto riesgo».

Estados Unidos fue la primera nación en acusar a Huawei de espiar a gobiernos, empresas e individuos en nombre de Beijing. Huawei negó haber actuado mal, y aún queda por ver evidencia de su espionaje.

Estados Unidos ha estado presionando a sus aliados para que bloqueen a Huawei de las redes 5G en todo el mundo, y el movimiento de Johnson supuestamente molestó a los funcionarios de Washington, quienes instaron al Reino Unido a repensar y amenazaron con cortar la cooperación para compartir inteligencia.

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